Se pueden controlar muchos de estos factores de riesgo trabajando sobre el cambio de hábitos alimentarios, aprendiendo a comer de manera saludable y generando hábitos de movimiento, como una caminata diaria.
El sobrepeso y la obesidad se padecen cuando existe un exceso de acumulación de grasa que puede acarrear otras enfermedades crónicas, como son la diabetes, la hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares, apnea del sueño, el cáncer.
Quienes lo padecen, en la mayoría de casos es producto del sedentarismo, mala alimentación, comida en exceso y malos hábitos en general, como caminar poco, ansiedad y adicción por la comida de mala calidad (muy rica en calorías, grasas y azúcares) es decir la obesidad suele ser el resultado de un desequilibrio entre las calorías ingeridas y las calorías gastadas.
La obesidad se mide con el índice de masa corporal (IMC), esto es el peso de una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros. Por ejemplo: 76 kg / 1,80 al cuadrado = 23.46 IMC
Una persona con un IMC igual o superior a 30 es considerada obesa y con un IMC igual o superior a 25 es considerada con sobrepeso.
Fuente: Lic. en Nutrición Cristina Maceira (M.N.1390)
OPS https://www.paho.org/