Escuchar sin riesgos

Si tenemos la facultad de oír es gracias a las células sensoriales de nuestros oídos. No obstante, la exposición a sonidos intensos puede dañarlas con el tiempo y provocar una pérdida temporal de audición o unos pitidos denominados «acúfenos». Tras asistir a un concierto con un volumen alto se puede experimentar una pérdida de audición o un zumbido en los oídos (acúfenos) que, por lo general, desaparece a medida que las células sensoriales se recuperan. Sin embargo, la exposición regular a ruidos fuertes o prolongados puede ocasionar daños irreversibles en estas células y en otras estructuras, lo que da lugar a una pérdida permanente de la audición o a acúfenos. Se habla, por tanto, de «pérdida de audición causada por el ruido».
Aunque el ruido puede afectar a la audición de forma inmediata, como puede ocurrir con un sonido intenso y repentino, lo más común es que la pérdida sea gradual e irreversible. El problema es que este desgaste suele pasar desapercibido o no se le concede importancia hasta que sus efectos se hacen más evidentes. Al principio, es posible que cueste oír algunos sonidos agudos, como las campanas o el canto de los pájaros y, a medida que se va perdiendo el oído, se empiezan a encontrar dificultades para comunicarse, sobre todo en los lugares ruidosos, como los restaurantes y los mercados.

¿Cómo podemos protegernos de los sonidos fuertes? ¿Qué es la escucha sin riesgos?

Cuando hablamos de «escuchar sin riesgos», nos referimos simplemente a las formas de escuchar que no ponen en peligro la audición.
Los factores que afectan a la audición son el volumen, la duración y la frecuencia de la exposición a sonidos intensos. El riesgo aumenta con el volumen y la duración; por ejemplo, se pueden escuchar 80 dB de sonido sin peligro hasta 40 horas a la semana. Sin embargo, cuando el nivel sonoro es de 90 dB, el tiempo de escucha seguro es de solo 12,5 horas semanales. Para proteger la audición, se recomienda:

  • No subir demasiado el volumen. Como mucho, conviene ajustarlo al 60% del máximo que ofrezca el aparato. Lo recomendable es no superar un promedio de 80 dB. A tal efecto, se pueden usar aplicaciones que ayudan a controlar el volumen.
  • Usar audífonos (auriculares) que cancelen el ruido y ajustárselos bien para no tener que subir el volumen en los lugares ruidosos.
  • En los lugares ruidosos, protegerse los oídos, por ejemplo con tapones.
  • Mantenerse a distancia de las fuentes de sonido, como los altavoces, las máquinas ruidosas, etc.
  • Limitar el tiempo dedicado a realizar actividades que generen mucho ruido y, si es necesario exponerse a sonidos fuertes, conviene hacer pausas con frecuencia para que las células sensoriales de los oídos se recuperen.
  • Controlar los niveles de ruido. Con ese fin, se pueden emplear aplicaciones para teléfonos móviles y elegir aparatos equipados con funciones que permitan controlar la exposición.
  • Reconocer los signos que nos advierten de la pérdida de audición. Si se nota un zumbido persistente en el oído (acúfenos), se oyen menos los sonidos agudos o se encuentran dificultades para seguir conversaciones, hay que con consultar a un profesional.

¿Cómo se mide el volumen? ¿Qué volumen de sonido generan las actividades habituales?

La unidad de medida que se utiliza para medir la intensidad del sonido es el decibelio (dB). Un susurro tiene unos 30 dB y una conversación normal, unos 60 dB. A continuación se ofrecen algunos ejemplos de los decibelios que alcanzan otros sonidos habituales.

Intensidad en decibelios Ejemplo de fuente
10 dB Respiración normal
30 dB Susurro suave
40 dB Biblioteca
60 dB Conversación normal
80 dB Timbre de la puerta
85 dB Tránsito intenso (dentro de un automóvil)
90 dB Conversación a gritos
95 dB Motocicleta
100 dB Secador de pelo
105 dB Claxon de automóvil a 5 metros
110 dB Gritar al oído
120 dB Sonido cercano de una sirena
130 dB Martillo neumático
140 dB Despegue de un avión
150 dB Petardos

 

¿Durante cuánto tiempo puedo escuchar música?

El tiempo de escucha sin riesgos disminuye rápidamente a medida que aumenta la intensidad del sonido. Por ejemplo, si el volumen medio es de 80 dB se puede seguir escuchando con seguridad hasta 40 horas a la semana. Sin embargo, si se sube hasta los 0dB, el máximo semanal debería ser de cuatro horas para no correr riesgos. En el cuadro que figura a continuación se indica el tiempo que se pueden escuchar distintos niveles de ruido, que se ilustran con ejemplos de fuentes habituales de sonido.
Estos datos pueden servir para controlar la intensidad del sonido del entorno y para moderar la escucha con aparatos reproductores de música mediante aplicaciones específicas.

Intensidad en decibelios Tiempo de escucha sin riesgos (para 7 días) Ejemplo de fuente
10 dB Sin límite Respiración normal
30 dB Sin límite Susurro suave
40 dB Sin límite Biblioteca
60 dB Sin límite Conversación normal
80 dB 40 horas Timbre de la puerta
85 dB 12 horas 30 min Tránsito intenso (dentro de un automóvil)
90 dB 4 horas Conversación a gritos
95 dB 1h 15 min Motocicleta
100 dB 20 min Secador de pelo
105 dB 8 min Claxon de automóvil a 5 metros
110 dB 2.5 min Gritar al oído
120 dB 12 s Sonido cercano de una sirena
130 dB < 1 s Martillo neumático
140 dB 0 s Despegue de un avión
150 dB 0 s Petardos

¿Cómo puedo comprobar y controlar la intensidad del sonido?

La mayoría de las personas desconoce los decibelios (dB) que alcanza el ruido de nuestro entorno o nuestros audífonos. Hay muchas aplicaciones disponibles, como NIOSH-SLM, que se pueden descargar para comprobar el nivel de sonido ambiental.
También hay aplicaciones integradas en muchos teléfonos o que se pueden descargar para controlar la intensidad de la música que emiten los audífonos y que avisan cuando el tiempo de escucha es demasiado largo. Tomar estas precauciones ayuda a evitar el riesgo de sufrir pérdidas auditivas.
Estas aplicaciones son una de las herramientas de que disponemos para escuchar sin riesgos.

¿Cómo saber si el ruido del entorno es tan alto que puede dañarme los oídos?

Hay aplicaciones gratuitas que permiten para comprobar el volumen de sonido del entorno. Es poco probable que los volúmenes inferiores a 80 dB causen daños, pero a medida que aumenta la intensidad del sonido, también lo hace la posibilidad de que dañe los oídos. La intensidad del sonido externo se puede comprobar con aplicaciones gratuitas, como la aplicación NIOSH-SLM App. 
Si no se dispone de una de estas aplicaciones, se puede saber que el volumen del sonido ambiental es excesivo si se necesita levantar la voz para que nos oigan las personas que se encuentran a una distancia de un brazo de nosotros.

¿Es posible sufrir una pérdida de audición por una única exposición a sonidos fuertes?

Sí, incluso una única exposición a un sonido muy intenso puede dañar las células del oído interno y provocar una pérdida de audición.

¿Se pueden utilizar aplicaciones para controlar el nivel de sonido en el teléfono móvil (celular)?

Los teléfonos inteligentes disponen de aplicaciones que permiten controlar la exposición al sonido mientras se escucha música. Si se aumenta el volumen por encima de un determinado umbral, estas aplicaciones muestran un mensaje para advertir del riesgo que ello entraña. Estas aplicaciones se pueden descargar en el teléfono para utilizarlas cada vez que se escuche música con audífonos. Dos ejemplos de aplicaciones son dBTrack y HearAngel.

¿Cómo puedo saber si he perdido audición?

Estos signos pueden indicar una pérdida de audición:

  • Pitidos persistentes en los oídos (acúfenos).
  • Dificultad para oír sonidos agudos (el canto de los pájaros, los timbres, el sonido del teléfono o el despertador).
  • Dificultad para escuchar a otras personas, sobre todo al teléfono.
  • Dificultad para seguir una conversación en un lugar ruidoso, como los restaurantes, los mercados y las reuniones sociales.

Si cree que tiene alguno de estos problemas, acuda a hacerse un examen de la audición. La aplicación hearWHO de la OMS permite verificar la audición en cualquier momento.

¿Qué son los acúfenos?

Los acúfenos son pitidos, zumbidos u otros sonidos que se perciben, pero no provienen de una fuente externa. Pueden aparecer tras escuchar música alta, si bien desaparecen en un rato. Se deben a la fatiga de las células sensoriales y suelen ser transitorios. No obstante, a veces persisten, especialmente después de la exposición repetida a música o a otros sonidos a un volumen elevado.
La persistencia de los acúfenos puede indicar que se ha dañado la audición. No obstante, pueden deberse a diversos problemas de salud. Si oye usted acúfenos que no desaparecen, consulte a su médico.

¿Qué debo hacer si sospecho que he perdido audición?

Si tiene la sensación de que ha perdido audición, hágase una revisión. La aplicación hearWHO de la OMS permite verificar la audición en cualquier momento. También puede consultar a un profesional de la salud auditive para que le examine.
Es importante tomar medidas preventivas y limitar la exposición a sonidos fuertes para limitar el riesgo de sufrir pérdidas auditivas.

Necesito utilizar audífonos para trabajar y suelo pasar mucho tiempo con ellos. ¿Puede ser peligroso para mi audición?

Un volumen alto de ruido durante periodos prolongados puede causar daños auditivos. Este riesgo se puede reducir siguiendo estos consejos: 

  • Mantener el volumen a un nivel inferior al 60% del máximo disponible.
  • Utilizar una aplicación que controle la intensidad del sonido y el riesgo de pérdida de audición.
  • Usar auriculares con cancelación del ruido y ajustárselos bien.
  • Hacer pausas entre llamadas, a ser posible en un lugar tranquilo para que los oídos descansen.
  • Limitar la exposición al ruido durante las horas libres. 

Es recomendable hacerse un examen de la audición cada año para saber si se están evitando suficientemente los riesgos.

Trabajo en un lugar ruidoso. ¿Cómo puedo proteger mi audición?

Los lugares de trabajo ruidosos pueden dañar la audición. Siga estas recomendaciones: 

  • Protéjase los oídos, por ejemplo, con tapones u orejeras.
  • Si es posible, aleje el puesto de trabajo de las fuentes de ruido.
  • Tome las pausas (almuerzo, café, etc.) en lugares con un nivel de ruido bajo.
  • En su tiempo libre, evite las actividades ruidosas que puedan aumentar el riesgo.
  • Hable con su empleador sobre la forma de reducir el riesgo de pérdida de audición. 

Y hágase un examen de la audición cada año.

Me gusta escuchar música con los audífonos. ¿Cómo puedo evitar que me afecten a la audición?

Para disfrutar de la música sin correr riesgos se recomienda:

  • Mantener el volumen por debajo del 60% del máximo que ofrezca el aparato.
  • Usar audífonos con cancelación del ruido y ajustárselos bien para no tener que subir el volumen en exceso, sobre todo en los lugares ruidosos como el transporte público o los bares y restaurantes.
  • Utilizar aplicaciones que limitan el volumen para reducir el riesgo. Estas aplicaciones se pueden descargar de plataformas en línea como App Store y Google Play Store.
  • Usar aparatos (teléfonos, audífonos, etc.) equipados con funciones que garanticen la escucha sin riesgos, como la limitación del volumen y el control de la exposición al sonido.
  • Pasar el menor tiempo posible escuchando ruidos fuertes.

Suelo asistir a bares/discotecas/competiciones deportivas/conciertos donde el nivel de ruido es alto. ¿Cómo puedo proteger mis oídos?

En los lugares ruidosos, conviene: 

  • Alejarse de los altavoces y parlantes, puesto que la intensidad del sonido disminuye con la distancia a su fuente.
  • Utilizar regularmente tapones, ya que pueden reducir considerablemente la intensidad del sonido que llega a los oídos. Es importante aprender a usarlos correctamente.
  • Descansar los oídos en un espacio tranquilo durante 10 minutos después de cada hora. 

Me encantan los videojuegos. ¿Cómo puedo protegerme los oídos?

Para protegerse los oídos cuando se juegue a videojuegos, conviene: 

  • Mantener el volumen por debajo del 60% del máximo que ofrezca el aparato.
  • Usar los altavoces integrados en el aparato o altavoces externos. Si se usan audífonos, conviene escoger unos que se ajusten bien y cancelen el ruido exterior.
  • Utilizar aplicaciones que limitan el volumen para reducir el riesgo. Estas aplicaciones se pueden descargar de plataformas en línea como App Store y Google Play Store.
  • Usar aparatos (teléfonos, audífonos, etc.) equipados con funciones que garanticen la escucha sin riesgos.
  • No jugar a juegos ruidosos de forma continuada durante periodos largos y después de cada hora, descansar diez minutos o jugar unos minutos a un juego silencioso.

Además, es recomendable hacerse un examen de la audición cada año para saber si se están evitando riesgos.

Mi hijo tiene clases en línea todo el día. ¿Es peligroso para su audición?

Debido a la pandemia de COVID-19, muchos niños han pasado a asistir a clase desde casa, para lo cual se conectan con los profesores a través de un ordenador u otros aparatos durante muchas horas al día. Aunque esta actividad no tiene por qué acarrear riesgos, conviene seguir estas recomendaciones para evitar la pérdida de audición:

  • Usar los altavoces integrados en el aparato o altavoces externos, de modo que los audífonos se empleen lo menos posible.
  • Si el niño utiliza audífonos, escogerlos con funciones de escucha sin riesgos, como el control del volumen por los padres y la cancelación del ruido. También es importante ajustárselos bien.
  • Mantener el volumen por debajo del 60% del máximo que ofrezca el aparato.
  • Cuando el niño no tenga clases, debe tomar descansos en un espacio tranquilo y lejos del ordenador o del aparato que utilice en las clases, para que sus oídos descansen.
  • Limitar la exposición a lugares ruidosos antes y después de las clases.

¿Cuál es la forma correcta de ponerse los tapones para los oídos y otros protectores auditivos?

Los tapones para los oídos más habituales están hechos de espuma o de un material similar y pueden adquirirse por poco dinero en las farmacias, las parafarmacias, los supermercados u otros establecimientos. Para colocárselos correctamente: 

  • Comprima el tapón arrollándolo entre el pulgar y el índice.
  • Con la otra mano, tire de la oreja hacia arriba y hacia atrás para abrir mejor el canal auditivo.
  • Introduzca el tapón en el canal auditivo hasta una profundidad que resulte cómoda, y manténgalo en su sitio con el dedo hasta que se expanda y quede bien colocado.

Unos      tapones bien colocados pueden reducir considerablemente el nivel de exposición al sonido y disminuir así el riesgo de perder audición.
Existen otros protectores auditivos, como las orejeras, que cubren todo el oído externo, y también protectores confeccionados a medida.

Fuente: www.who.int