Marihuana: consejos en tiempos de embarazo

Recomendación de un informe de la Sociedad Argentina de Pediatría

El mencionado informe advierte que el consumo de cannabis en Argentina ha aumentado en la última década, siendo la 4ta sustancia más consumida en adolescencia y edad fértil.

Diferentes estudios aportan evidencia acerca de los efectos adversos en el embarazo y en el lactante y que se observan con manifestaciones en la infancia y la adolescencia.

Si bien el consumo de cannabis se da mayoritariamente en forma inhalatoria (fumando cigarrillos de marihuana, pipas y vapeadores, entre otros), también se está observando un aumento del mismo por vía oral, en forma de alimentos, como galletas, tortas y u otras preparaciones con cannabis, o mediante la ingesta directa de aceites de cannabis que la gente busca con fines medicinales. Mientras que una tercera vía de ingreso es a través de la absorción cutánea cuando se utilizan preparados de uso tópico. Los aceites artesanales tienen un riesgo adicional: además de desconocer la composición, no poseen control de calidad, es decir que no se sabe a ciencia cierta la concentración de cannabinoides o si están contaminados con plaguicidas, metales o restos de otras sustancias inherentes al proceso de producción.

Consecuencias del consumo de marihuana en embarazo y lactancia

Durante la lactancia se observa la presencia de componentes psicoactivos del cannabis en la leche materna, identificándose también en las heces y orina de recién nacidos y lactantes

Existe evidencia de que los cannabinoides (presentes en la marihuana) y otros componentes del cannabis atraviesan la placenta y se excretan a través de la leche materna y de esta forma, tanto feto como el recién nacido y el lactante pueden verse expuestos a éstos.

El uso en forma fumable genera monóxido de carbono que disminuye el aporte de oxígeno al feto con aumento de afinidad por la hemoglobina fetal generando hipoxia (falta de oxígeno). Asociado a tabaco se registran alteraciones múltiples en placenta y feto, generando retraso del crecimiento intra uterino, amenaza de aborto, prematurez y riesgo de muerte súbita del lactante.

Además existe evidencia científica con estudios a largo plazo que han demostrado asociación del consumo de cannabis durante el embarazo con alteraciones de las funciones ejecutivas, habilidades cognitivas y de comportamiento de niños, niñas y adolescentes como también del razonamiento, la expresión verbal, la memoria a corto plazo, en la comprensión del lenguaje, en percepciones visuales, habilidades de la lecto-escritura.

Otras manifestaciones son variaciones en el tamaño cerebral en la primera infancia, alteraciones de la conciencia y deterioro en el proceso de succión y de la tonicidad muscular.

Todas estas consecuencias se explicarían por la disrupción del sistema endocannabinoide en las etapas tempranas del neurodesarrollo. Incluso a nivel inmunológico se observa mayor susceptibilidad a infecciones en la vida adulta.

En la práctica diaria las madres no siempre reconocen el consumo en las primeras consultas, sino luego de entrevistas sucesivas cuando se sienten más confiadas. En el consultorio, tanto de médicos clínicos como de especialistas en obstetricia y desde ya en pediatría, debería estar incluido en la entrevista un espacio para informar sobre los riesgos asociados al consumo de sustancias, con material bibliográfico respaldado con evidencia científica. Ningún padre piensa dañar a su hijo desde la concepción, lo que necesita es información confiable para tomar buenas decisiones.

Desde la Sociedad Argentina de Pediatría, a partir de toda esta evidencia disponible, consideran imperioso no banalizar el consumo de cannabis durante el embarazo y la lactancia y trabajar en la prevención de estas conductas que tanto afectan la salud futura del niño.

Fuente: Sociedad de Pediatría: Cero’ marihuana durante el embarazo y la lactancia. Buenos Aires, 3 de mayo de 2021,