En tiempos de coronavirus y aislamiento social preventivo y obligatorio, las personas mayores, se vuelven  muy vulnerables no sólo al contagio, sino a un gran desafío asociado al aislamiento como es la soledad.

El aislamiento social y la soledad no siempre van de la mano. La soledad, a diferencia del aislamiento social, es la “sensación de sufrimiento por estar desconectado de otras personas”. El aislamiento, en personas mayores, tiende a generar no solamente depresión, sino además un distanciamiento o desconexión de los objetos y las personas, así como también enfermedades cardíacas, presión arterial alta, ansiedad e incluso la muerte prematura.

La investigación ha demostrado que las personas que cuentan con el apoyo de sus comunidades tienen más probabilidades de sobrevivir a desastres y crisis. Además de seguir las pautas para el distanciamiento físico y la buena higiene, una de las mejores maneras en que podemos ayudar a los adultos mayores durante COVID-19 es permanecer en contacto.

Por ello, les proponemos seguir una iniciativa lanzada en la ciudad de San Casciano en el Valle de Pesa, Italia, “Ciao Nonna, come stai?” o “Hola abuela, ¿cómo estás?” que insta a todos los jóvenes y adultos a llamar a parientes mayores, o incluso a personas mayores que no conocen. Tan sólo con una llamada telefónica, regalamos un instante de sociabilidad que vale más que cualquier otra gentileza.

“Necesitamos trabajar juntos para proteger a las personas mayores del virus”, dijo el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y ello incluye estar cerca.

Por eso, ¿A quién te gustaría llamar?