Pilares para cuidar al cuidador

Cómo soportar la carga

Para empezar a leer este artículo primero es necesario responder la siguiente pregunta: ¿Qué es un cuidador?

Podemos catalogar como cuidadores a las personas que cuidan a otras, no necesariamente enfermos, sino también niños, ancianos, etc. Un cuidador puede cuidar a familiares o a personas ajenas a su familia. A su vez, puede hacerlo como parte de un esquema de distribución de responsabilidades familiar o ser remunerado por este trabajo.

Con respecto a los cuidadores, existen cuatro pilares fundamentales para tener en cuenta, que están sumamente relacionados entre sí:
Primero nos referimos al bienestar físico, el mismo consiste en una buena alimentación, que se relaciona la autoestima, verse bien, no dejarse estar, mimarse y cuidarse. Se recomienda ingerir 2 raciones de frutas por día y verduras al menos una vez al día, legumbres 3 veces a la semana. Con la buena alimentación

Como segundo pilar nos referimos al apoyo emocional, en este punto destacamos una frase del video que podés encontrar al final del artículo: “Hay que cuidar al cuidador”. Es importante estar bien uno mismo para después pensar en la ayuda que se puede brindar, si uno no está bien no podrá ayudar a los demás de forma adecuada.

La vida saludable es también un sostén fundamental: un buen descanso y la práctica de deportes o actividades recreativas, son importantes para que el cuidador tenga fuerza física y salud para ayudar y acompañar al enfermo.

Como último pilar, pero no por ello menos importante, destacamos el equilibro anímico la armonía y la calma para entender y llevar adelante las tareas de cuidado. Esto genera un círculo virtuoso en el cual, si el enfermo está nervioso o angustiado, el cuidador puede serenarlo y contenerlo, para  atravesar de la mejor  forma posible  las circunstancias que se estén viviendo,  por lo contrario, si el cuidador también esta nervioso o pesimista su contribución al cuidado se verá mermada.

¡Un gran consejo!

Toda persona que cuida necesita un día a la semana libre, para hacer actividades propias y de disfrute, relacionarse y desconectar. Es un día fundamental e irrenunciable. Estar bien para cuidar mejor.