Para Mariana, la dedicación de su tía al cuidado de su esposo, las aleja.

"Estimada Dra:
Tengo una tía con la que yo tenía una muy buena relación, y que además era muy amiga de mi mamá. Hace unos años el marido tuvo un ACV, está muy mal y cada vez peor. No se entiende lo que habla. Ella lo cuida y cada vez sale menos. Mi madre, falleció hace un año, la iba a visitar a la casa, y ya en esa época mi tía no salía mucho. A mí no me gusta ir porque él está muy mal y yo no le entiendo lo que dice. Siento como que estoy esperando que se muera para recuperar a mi tía. ¿Qué puedo hacer? Quiero a mi tía de vuelta.
Mariana de Pilar
"

 

Estimada Mariana:

Tenés que hablar con tu tía a la brevedad, si considerás valiosa tu relación con ella. No se pueden dar cosas por supuestas y esperar que después de un tiempo se produzca un encuentro como si nada hubiera pasado. Son tan intensos los cambios durante el cuidado de un familiar enfermo, que a veces resulta imposible remontar una relación que no tuvo continuidad.

La enfermedad crónica produce un cambio en las relaciones sociales de la familia del enfermo, tal cual lo percibís. Por un lado, hace que tu tía salga poco, y por otro, hace que la visiten poco. El tipo de enfermedad que tiene tu tío lo convierte en una persona muy dependiente, eso exige más al cuidador, y a la larga, la salud de tu tía se puede resentir por la sobrecarga tanto emocional como de tareas. El hecho de no salir, que sus relaciones se corten o distancien, la deja más sola, y se genera un círculo de deterioro en su salud, la del esposo y las relaciones sociales de ambos.

Si podés llamarla y encontrarte con ella, además de recuperar tu relación, la vas a ayudar a focalizarse en otra cosa que no sea la enfermedad. Además, se va a alegrar, y eso es saludable. La incomodidad que te genera estar ante un enfermo al que ves mal y con el que no te podés comunicar, es común a muchas personas. Es así, que cuando uno no sabe cómo comportarse tiende a evitar enfrentarse a la situación.

El problema es que un vínculo que no puede adaptarse a un nuevo contexto y a plantear nuevas alternativas de encuentro, pierde intensidad e importancia en la vida de las personas involucradas.

Sería bueno que le puedas decir a tu tía, que ella es una persona importante en tu vida y que no te sentís cómoda yendo a su casa porque no sabés cómo tratar a su esposo. Si expresás tus dificultades, ella te va a ayudar a superarlas y a manejar la situación. Juntas van a poder buscar nuevas formas de encuentro de las que ambas se van a beneficiar. Ella va a ser la mediadora para que, si querés, incluso puedas ver a tu tío sin sentirte incómoda.

Creo también, que hay que considerar la situación de duelo que ambas atraviesan. Vos perdiste a tu madre, ella perdió a una amiga/hermana y perdió también el vínculo que tenía con su marido sano, es decir, su forma de vida anterior. Está sola en su vida cotidiana, cuando antes tenía un compañero con quien compartir.

Cuando decís que querés a tu tía de vuelta, tenés que tener claro que no podés recrear el vínculo que tenías cuando tu madre vivía y tu tío no estaba enfermo. Esa situación no va a ser nunca la misma, pero puede ser igual de buena o mejor.

Las relaciones cambian de forma y se van a adaptando a los ciclos de vida de los integrantes. En vida de tu mamá, el contacto con tu tía no te exigía muchos esfuerzos personales porque ellas tenían un vínculo fuerte, y vos podías mantenerte en contacto incluso sin verla, tu madre oficiaba de intermediaria.

La ausencia de tu mamá te obliga a jugar un rol protagónico (activo) para mantener la relación. Por otra parte, es un encuentro que torna más evidente la ausencia de tu madre, y que involucra emociones que van más allá de la salud de tu tío.

Es inevitable que hablen de tu mamá, y puede ser muy saludable rescatar todo lo bueno del vínculo y todo lo que se extraña; así son los duelos. Las dos perdieron a alguien que les brindaba apoyo emocional. En otros términos, la relación con tu tía implica un recontrato (“barajar y dar de nuevo”).

No podés tener de vuelta a la tía que fue, sino que con los afectos del pasado y los de hoy, hay que entablar un nuevo “contrato” en la relación. Solo aceptando los cambios vas a poder mantener este vínculo tan importante. Si lo hacés, el éxito está asegurado.

Saludos cordiales,

Dra. Vera Bail