La vida cotidiana en tiempos del coronavirus

Dra. Vera Bail Pupko

Es probable que todos estemos al tanto de las medidas preventivas que se deben tomar para protegerse de esta nueva cepa del coronavirus (Covid-19): lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón siguiendo las indicaciones que hemos visto en la televisión (y que muchos cantantes han mostrado en videos compartidos en sus redes sociales, trayendo un poco de alegría a una acción que se debe realizar muchísimas veces al día), toser y/o estornudar tapándose con el pliegue del codo (siempre), tirar enseguida los pañuelos descartables que se usaron y lavarse las manos, mantener un mínimo de un metro de distancia con otras personas, evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, usar alcohol en gel si no hay posibilidad de lavarse las manos con agua y jabón.

Por otra parte, hay una serie de recomendaciones para la higiene del hogar y de todos los elementos que usamos diariamente (teléfono, celular, control remoto, picaportes de las puertas, botón del inodoro, botones del ascensor, etc.).

Si bien cualquier persona puede contagiarse el virus, hay personas más vulnerables que otras. No significa que aumente su probabilidad de contagio, sino que los riesgos que corren son mayores si contraen el virus. Es el caso de quienes padecen ciertas enfermedades crónicas o están bajo tratamientos (inmunosuprimidos, personas con antecedentes respiratorios -asma, bronquitis crónica, etc., personas con antecedentes cardíacos, diabéticos, personas con insuficiencia renal), a los que hay que sumar los mayores de 60 años y las mujeres embarazadas.

¿Qué deben hacer los enfermos crónicos, los adultos mayores y todas las personas que están en el grupo de mayor riesgo?

Respetar todo lo que se dijo anteriormente y quedarse en sus casas. Al día siguiente de que el Presidente de la Nación pidiera que todo el que pudiera se quedara en su casa, muchos adultos mayores salieron en masa al supermercado (bastón en una mano, carrito en la otra, y muchas veces en pareja). Los enfermos crónicos jóvenes, son menos visibles, pero quizá hayan hecho lo mismo.

Quedarse en casa quiere decir quedarse en casa: no ir al cine, no hacer salidas con amigos, reuniones en casa o festejar cumpleaños con personas que no sean las que conviven en la casa, no ir a ninguna clase de reunión, tampoco a la peluquería ni al gimnasio.

La prevención, es la única forma de controlar la epidemia  y combatirla.

¿Cuánto tiempo deben quedarse en casa las personas que conforman los grupos vulnerables (enfermos crónicos, adultos mayores, etc.)?

  • Todo el tiempo que sea necesario y que indiquen las autoridades del Ministerio de Salud. No hay fecha de caducidad a la exigencia de quedarse en casa para los enfermos crónicos. Hay que planificar actividades sin salir durante el tiempo que se indique.

¿Qué hacer?:

  • Es necesaria la responsabilidad personal de seguir las normas de prevención de la salud.
  • También la responsabilidad civil de seguir las normas de prevención  para no afectar a otras personas.
  • Cuanto más se cumplan, menos posibilidad de propagar el virus, menos personas se contagian, menos tiempo dura la epidemia y se evita el colapso de sistema de salud.

Todas las personas disponen de distintos recursos y habilidades. Es cierto que algunos se aburren fácil y otros nunca lo hacen, unos tienen que trabajar en la casa, otros estudiar, otros tienen sus días destinados a la vida social. Ante la diversidad, se harán recomendaciones generales para planificar el día a día:

  • Respetar los horarios habituales para levantarse, comer, ducharse,  acostarse, etc. Es decir, respetar las rutinas de la vida cotidiana.
  • Si se trabaja o estudia en casa, destinar un espacio para el mismo. No llevar la computadora por toda la casa. Es una forma de respetar espacios personales si se convive con otros.  Ordena  las actividades dentro del hogar.
  • Tratar de respetar los horarios para estas actividades: trabajar a las horas habituales, lo mismo con el estudio, y respetar los descansos.
  • Vestirse todos los días para ir a estudiar o trabajar como se hace siempre. No quiere decir ponerse corbata o uniforme, quiere decir vestirse para hacer la actividad en cuestión (no quedarse en pijama, camisón o ropa deportiva con la excusa de que si nadie te ve no importa). Mantiene una actitud activa y de cuidado, porque cada uno se ve a sí mismo, y la imagen que devuelve el espejo debe ser positiva respecto al autocuidado.
  • Si se tiene el hábito de arreglarse y perfumarse, hacerlo como un día cualquiera. El arreglo personal genera una actitud positiva y buen humor.
  • Para las más coquetas: como no se puede ir a la peluquería, hay que teñirse en casa. Si no se puede sola pedir ayuda a un familiar.
  • Arreglarse las uñas (si es posible), ponerse cremas para mejorar el cutis (ya que hay tiempo).
  • Los hombres también pueden aprovechar para probar los beneficios de cuidarse el cutis.
  • Pedirle a algún familiar o amigo que haga  las compras. Utilizar los pedidos a domicilio.
  • Volver a usar el teléfono de línea (si aún se tiene) para comunicarse con nuestros amigos y afectos. Es bueno retomar el hábito de proponerse tener una charla con amigos y familiares, tomarse un tiempo para hablar.
  • Volver a los juegos de mesa si hay varias personas en la casa (preguntas y respuestas, palabras cruzadas, cartas, damas, ajedrez, jenga, etc.).
  • Leer.
  • Para los más chicos, además de las directivas de los institutos de enseñanza, tener en cuenta las plataformas educativas que implementó el Ministerio de Educación.
  • Para los adultos, además de aprovechar para ver películas y series que ofrece la televisión y las numerosas plataformas online que ante esta crisis mundial ofrecen esparcimiento1.
  • Limitar el tiempo de exposición a los noticieros y demás programas televisivos que hablen del coronavirus. Poner un horario para informarse y luego cambiar de canal o apagar. La exposición permanente a este tipo de noticias, cuando no aporta más información de la que ya se tiene, genera paranoia en estos primeros momentos de la epidemia. Luego de mucho tiempo puede llegar a naturalizarse y dejar de observar las medidas preventivas porque todo lo que se diga no va a parecer importante.
  • Quienes tienen balcón o una ventana con vista al exterior, disfrutar de la contemplación, distracción que hay que resignificar.
  • La prevención es la salida individual y colectiva de la epidemia: cuidarnos y cuidar a los demás es  construir un círculo virtuoso de salud.
1- Libros para descargar
https://www.anagramaed.es/noticias/anagrama/regala-lectura
 
https://www.buenosaires.gob.ar/educacion-e-innovacion/plan-de-lectura/clasicos-digitales
www.epublibre.org

La Filarmónica de Berlín debido a la epidemia de coronavirus que asola el planeta la Filarmónica de Berlín ha decidido permitir el acceso gratuito a su Digital Concert Hall durante un mes https://www.berliner-philharmoniker.de/en/