El regreso a casa

Luego de un período de internación en la maternidad del Hospital, tu obstetra indicará el momento de tu alta y el/la neonatólogo/a quien determina el alta de tu bebé o bebes.

En la mayoría de los casos, vos y tu bebé saldrán juntos, sin embargo, hay situaciones que requieren una mayor permanencia de alguno de los dos.

Abandonar el hospital

Planificá tener ropa para el/los bebé/s y para vos. Vestí a tu/s bebé/s como te vestirías vos. Si un gorro de lana sería demasiado caluroso para vos en verano, para e/la bebe también.

Procurá llevar al menos una opción más abrigada o una opción más fresca por si ocurre un cambio brusco de clima.

Antes de irte del hospital, asegúrate de programar el primer chequeo del/los bebé/s, sin importar si tu/s bebé/s es/son prematuro/s o nació/eron a término.

Aprovechá para realizar todas las preguntas que puedas tener y para despejar todas las dudas antes de irte (desde cómo bañarlo hasta cómo amamantarlo o hacerlo eructar), con el/la enfermero/a, el/la consultor/a de lactancia o al/a la médico/a de tu/s bebé/s.

El viaje

El elemento más importante para el viaje es una silla de seguridad, adecuada para el auto. Aunque sea un viaje corto, nunca es seguro sujetar al bebé en los brazos mientras otra persona conduce.

Existen dos tipos de sillas de auto para bebés: sillas exclusivas para bebés (que se deben cambiar cuando el bebé pesa entre 9 y 15 kilos, según el tipo de silla) y sillas convertibles que sirven tanto para bebés como para niños mayores.

Procurá adquirirla con anticipación, leer el manual de instrucciones de uso y si tenés auto, te recomendamos colocarla unos días antes de la fecha probable de parto, así evitarás un tema de preocupación.

Sentimientos que pueden invadirte

No te sorprendas si tenés emociones encontradas al llevar a tu hijo/a a tu casa, es probable que te sientas nerviosa, angustiada y tal vez no sepas qué tipo de rutina vas a tener, pero no vas a tardar en saberlo.

Según la experiencia que hayas tenido en el trabajo de parto y el parto, es posible que te sientas físicamente extenuada y dolorida. Tus hormonas se encontrarán en ebullición, como consecuencia del nacimiento y la lactancia.

Es normal que atravieses por altibajos emocionales, procura pedir ayuda y descansar siempre que lo necesites.

El primer período de llanto prolongado del bebé en tu casa será difícil, los bebés suelen llorar entre 1 y 5 horas en un período de 24 horas, y no siempre es posible calmarlos. En general, el llanto se reduce gradualmente después de las primeras semanas.

Aunque ahora pueda parecer imposible, en unos meses te resultará difícil acordarte de los episodios de llanto aparentemente interminable de tu/s bebé/s.

Una vez en casa

Presentarles el/los bebé/s a otras personas del hogar puede ser todo un desafío. Si tenés otros hijos/as, asegúrate de pasar tiempo de calidad con cada uno de ellos. Algunos padres traen regalos del nuevo bebé para los hermanos/as mayores. Al principio, seguramente habrá algo de celos, especialmente si quien fue el centro de su atención durante varios años repentinamente tiene competencia. Anima a los hermanos/as a "ayudar" en el cuidado del nuevo integrante de la familia.

Si tenés mascotas, sería bueno que converses con su veterinario/a respecto a cuál es la mejor forma de presentar al recién nacido/a.

¿Cuándo llamar al médico?

Los/as médicos/as de los padres primerizos, saben que lo llamarán con muchas dudas, como preocupaciones por el amamantamiento y la salud. Es mejor llamarlos que preocuparse por algo innecesariamente.

Si te estás preguntando si tenés que llamar al consultorio del médico, hacelo, en especial si ves algo inesperado o diferente que te preocupa.

Algunas pautas de alarma:

  • Temperatura de 38 °C o superior (en bebés de menos de 2 meses)
  • Síntomas de deshidratación (llorar sin lágrimas, ojos hundidos, pañales secos en 6 a 8 horas)
  • Una parte blanda que sobresale cuando el bebé está quieto y erguido.
  • Dificultad para despertar al bebé.
  • Respiración rápida y con dificulta. Llamá al 911 si tu bebé tiene dificultad para respirar y comienza a ponerse azulado alrededor de los labios o la boca.
  • Vómitos reiterados y fuertes o imposibilidad de retener líquidos.
  • Vómitos o excremento con sangre.
  • Más de ocho deposiciones con diarrea en el transcurso de 8 horas.
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Si cualquiera de los síntomas presentes, representa una Urgencia, llamá al médico y/o llevá al bebé a una guardia médica. Siempre es mejor consultar, aunque resulte una obviedad, que omitir un diagnostico importante.

No dudes en preguntarle al pediatra de tu hijo/a, él te indicará y dará las pautas de alerta.

 

Fuentes:
Kidshealth.org 
Hospital Italiano