La Organización Mundial de la Salud define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía. La actividad física, tanto moderada como intensa, mejora la salud.
Se ha demostrado que la actividad física regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y varios tipos de cáncer.
Si bien para la mayoría de las personas, el ejercicio físico se relaciona con adolescentes o adultos, es importante que se realice desde temprana edad: para los niños hacer ejercicio significa jugar y estar activos físicamente.
La primera infancia es un período de desarrollo físico y cognitivo rápido y una etapa durante la cual se forman los hábitos de los/las niños/as y la vida familiar está abierta a mayores cambios y adaptaciones.
Para que los niños y niñas logren cumplir las recomendaciones diarias de actividad física, debe considerarse el patrón de actividad general a lo largo de un período de 24 horas: donde habrá horas de sueño, tiempo dedicado a actividades sedentarias y tiempo dedicado a actividad física.
En las 24 horas de un día…
Los niños y niñas de esta edad necesitan la actividad física para aumentar su fuerza, su coordinación y su confianza en sí mismos, aprender sobre el espíritu deportivo, marcarse metas, superar desafíos, trabajar en equipo, como también el valor de la práctica y del entrenamiento.
Para elegir el tipo de actividad a realizar, hay que tener en cuenta el nivel de madurez y la aptitud natural y los intereses de los niños/as.
De 6 a 8 años de edad están afinando sus habilidades físicas básicas, como saltar, lanzar, patear y alcanzar cosas en el aire. Algunos de ellos disfrutan practicando deportes organizados, pero las ligas no-competitivas son mejores para los niños más pequeños.
De 9 a 12 años de edad están refinando, mejorando y coordinando sus habilidades físicas. Algunos se comprometen todavía más con el deporte que practican mientras que otros se retiran cuando la competición aumenta y el nivel del juego mejora.
En la edad escolar se deben promover muchas oportunidades para practicar distintas actividades, deportes y juegos que encajen con su personalidad, aptitudes, edad e intereses. Hagan una lluvia de ideas junto con sus hijos/as sobre las actividades físicas que más le podría gustar practicar:
No sólo el ejercicio físico es fundamental para el buen desarrollo y crecimiento psicofísico de los niños sino que será una clave para que establezcan el buen hábito de la actividad física y el deporte, que a la larga previene enfermedades cardíaca, hipertensión arterial, diabetes, asma, estrés, depresión y ansiedad, sobrepeso y obesidad.