¿Cómo ayudar a los adolescentes a un consumo responsable de alcohol?

El abuso de alcohol es el uso exagerado de cualquier tipo de bebida alcohólica que afecta negativamente –en forma ocasional o crónica- a una o más áreas de la persona, a saber: su salud física o mental, sus relaciones sociales primarias (familia, pareja, amigos), sus relaciones sociales secundarias (trabajo, estudio) y/o sus relaciones con la ley, acompañado por consumo en circunstancias peligrosas y hábitos persistentes a pesar de las consecuencias interpersonales o sociales.

La prevención del consumo problemático de alcohol descansa sobre tres pilares: disponer de información sobre el alcohol como sustancia, los diversos efectos que produce, las estadísticas sobre el consumo por parte de los jóvenes, y los riesgos asociados al consumo abusivo; tener adoptada alguna actitud al respecto y poder desarrollar una postura crítica acerca del consumo de alcohol como culturalmente impuesto.

En este artículo vamos a abordar el aspecto actitudinal. Para ello es importante saber que en una situación concreta, la mayoría de las personas no actúa de acuerdo con lo que saben o piensan, sino que su comportamiento depende de la situación. En estas intervienen factores emocionales, que  muchas veces tienen que ver con la necesidad de adecuarse a las prácticas del grupo.

Para los jóvenes, su grupo de pares es su mundo social de referencia, y una fuente muy importante de autoestima, de modo que es comprensible que se acepte la presión del grupo, por ejemplo para consumir alcohol, si esto es lo que el grupo acostumbra a hacer. Sabemos que el alcohol se encuentra íntimamente relacionado a los modelos culturales en relación a la recreación y sociabilidad, el uso del tiempo libre, los consumos culturales y los estilos de vida.

¿Por qué dicen los jóvenes que beben?Los motivos que dan sobre los adolescentes son:

  • Deshinibirse: el alcohol en pequeñas dosis provoca euforia y crea ambientes más distendidos.
  • Búsqueda del riesgo: la desinhibición hace que crean escapar del aburrimiento, lo que puede manifestarse en conductas de riesgo.
  • Afiliación al grupo: el beber es un elemento de cohesión social; se comparte la bebida como una forma de comunión entre los miembros del grupo.
  • Sentirse adultos: imitar las conductas de los adultos.
  • Buscar placer: se piensa que si se bebe las reuniones son más divertidas; la desinhibición ayuda a ello.
  • Escapar de los problemas.
  • Lograr aceptación socialteniendo en cuenta que el alcohol forma parte de la cultura del consumo. 

Si tenemos hijos, sobrinos, ahijados o amigos jóvenes podemos invitarlos a:

  • Reflexionar sobre sus actitudes ligadas al consumo de alcohol y sobre los motivos señalados, que llevan a los jóvenes al consumo excesivo.
  • Identificar con ellos alternativas posibles frente a situaciones de riesgo producidas por el consumo excesivo de alcohol.
  • Promover estrategias para el cambio de actitudes frente al consumo de alcohol.  

Fuente: Kornblit, Ana Lía, Camarotti, Ana Clara; Di Leo, Pablo Francisco: Brindemos con salud. Herramientas para prevenir el consumo abusivo de alcohol, Novedades educativas, Buenos Aires, 2014.