EPOC

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica, o EPOC, es una enfermedad progresiva que causa dificultad para respirar. La palabra "progresiva" indica que la enfermedad empeora con el tiempo.

También se la conoce como enfermedad pulmonar obstructiva crónica, bronquitis crónica o enfisema

La EPOC puede causar tos con producción de grandes cantidades de una sustancia pegajosa llamada mucosidad, sibilancias, falta de aliento, presión en el pecho y otros síntomas.

La principal causa de la EPOC es el hábito de fumar

Sin embargo, hasta el 25 por ciento de las personas con EPOC nunca fumaron. La exposición a largo plazo a otros irritantes de los pulmones —como el aire contaminado, los vapores químicos o el polvo— también puede contribuir a la EPOC. Una alteración genética infrecuente llamada deficiencia de alfa-1-antitripsina (AAT) también puede causar la enfermedad.

Información general

En la EPOC, la cantidad de aire que entra y sale por las vías respiratorias disminuye por una o más de las siguientes razones:

  • Los bronquios y los alvéolos pierden su elasticidad.
  • Las paredes que separan muchos de los alvéolos están destruidas.
  • Las paredes de los bronquios se vuelven gruesas e inflamadas.
  • Los bronquios producen más mucosidad que en condiciones normales y pueden obstruirse.

La mejor manera de prevenir la EPOC es no comenzar a fumar o dejar de fumar. La principal causa de la EPOC es el hábito de fumar. Si fuma, pregúntele a su médico qué programas y productos pueden ayudarle a dejar el hábito.

Si tiene dificultades para dejar de fumar por su cuenta, contemple la posibilidad de inscribirse en un grupo de apoyo. Muchos hospitales, empresas y grupos comunitarios ofrecen clases para ayudar a dejar de fumar. Pídales a sus familiares y amigos que lo apoyen en sus esfuerzos para dejar el hábito.

Además, trate de evitar los irritantes pulmonares que puedan contribuir a la EPOC, como el aire contaminado, los vapores químicos, el polvo y el humo de segunda mano, que es humo de otros fumadores que está en el aire.

Si tiene EPOC, el paso más importante que puede dar es dejar de fumar. Dejar el hábito puede contribuir a prevenir las complicaciones y retrasar la progresión de la enfermedad. Además, debería evitar la exposición a los irritantes pulmonares que se mencionaron anteriormente.

Cumpla con sus tratamientos para la EPOC exactamente como el médico se lo haya indicado. Estos tratamientos le ayudarán a respirar con más facilidad, a mantenerse más activo y a evitar o controlar los síntomas graves.

Pregúntele al médico si debe aplicarse las vacunas contra la gripe o influenza y la neumonía, y cuándo debe hacerlo. Estas vacunas pueden disminuir sus probabilidades de contraer estas enfermedades, que representan un importante riesgo de salud para las personas con EPOC.

Hasta el momento, la EPOC no tiene cura. Sin embargo, los cambios en el estilo de vida y los tratamientos pueden lograr que usted se sienta mejor, permanezca más activo, y pueden retrasar la progresión de la enfermedad.

Los objetivos del tratamiento de la EPOC incluyen:

  • aliviar los síntomas;
  • retrasar la progresión de la enfermedad;
  • mejorar la tolerancia al ejercicio o su capacidad de mantenerse activo;
  • prevenir y tratar las complicaciones;
  • mejorar la salud en general.

Es posible que el médico general le aconseje ir a un neumólogo para que éste colabore en el tratamiento. Este médico se especializa en el tratamiento de personas con trastornos pulmonares.

Si usted tiene EPOC, especialmente las formas más graves, es posible que tenga dificultades para comer lo suficiente a causa de los síntomas, como falta de aliento y agotamiento. Si esto sucede, quizá no reciba todas las calorías y los nutrientes que necesita, lo cual puede empeorar los síntomas y elevar el riesgo de contraer infecciones.

Consulte con el médico sobre un plan de alimentación adecuado a sus necesidades nutricionales. Tal vez este le aconseje comer comidas más pequeñas y más frecuentes, descansar antes de comer y tomar vitaminas o suplementos nutricionales.

Pregúntele además qué tipo de actividades puede realizar sin peligro. Es posible que le cueste trabajo mantenerse activo debido a los síntomas. Sin embargo, la actividad física puede fortalecer los músculos que le ayudan a respirar y mejorar su bienestar general.

Fuente: www.nhlbi.nih.gov/health-spanish/health-topics/temas/copd/prevention