21 de Septiembre

Día Mundial de la Lucha contra
la Enfermedad de Alzheimer

Lic. Olga E. Vega
Escuela Ciencias del Envejecimiento -  Universidad Maimónides

La Organización Mundial de la Salud (OMS) eligió el 21 de setiembre para conmemorar el Día Mundial de la Lucha contra la Enfermedad de Alzheimer (EA). El objetivo de esta conmemoración es dar a conocer la enfermedad y difundir información al respecto, solicitando el apoyo y la solidaridad de la población en general, de instituciones y de organismos oficiales.

Existen en el mundo  aproximadamente 47 millones de personas que padecen demencia y de esos entre el 60 % y 70% de esos casos corresponden a Alzheimer.

El Alzheimer ya está considera como la nueva epidemia del siglo XXI.

Es un problema de todos, pues la dependencia que genera afecta no sólo al enfermo, sino también a su entorno más cercano. Esto lo pudimos apreciar en aquella excelente película de Juan José Campanella “El hijo de la novia”, con una Norma Aleandro en excelente interpretación.

 

¿Desde cuándo se conoce el Alzheimer? 

Fue en el año 1906 cuando el Dr. Alois Alzheimer describió por primera vez la enfermedad que más tarde llevaría su nombre. Más de cien años después todavía se está luchando contra el estigma asociado a la demencia y se siguen organizando campañas para conseguir mejores servicios y tratamientos para las personas con la enfermedad de Alzheimer así como para sus cuidadores.

Si bien afecta principalmente a las personas mayores, la demencia no constituye una consecuencia normal del envejecimiento.
Se trata de un síndrome que implica el deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria.

Afecta a cada persona de manera diferente, dependiendo del impacto de la enfermedad y de la personalidad previa del sujeto antes de empezar a padecerla. Los signos y síntomas relacionados con la demencia se pueden agrupar en tres etapas.

Etapa temprana:

Debido a que el inicio es paulatino a menudo suele pasar desapercibida.

Los síntomas más comunes incluyen:

  • tendencia al olvido;
  • pérdida de la noción del tiempo;
  • desubicación espacial, incluso en lugares conocidos.

Etapa intermedia:

En este período los signos y síntomas suelen volverse más evidentes y más limitadores:

  • empiezan a olvidar acontecimientos recientes, así como los nombres de las personas;
  • se encuentran desubicadas en su propio hogar;
  • tienen cada vez más dificultades para comunicarse;
  • empiezan a necesitar ayuda con el aseo y cuidado personal;
  • sufren cambios de comportamiento, por ejemplo, dan vueltas por la casa o repiten las mismas preguntas.

Etapa tardía:

Las alteraciones de la memoria son graves y los síntomas y signos físicos se hacen más evidentes, la dependencia y la inactividad son casi totales:

  • una creciente desubicación en el tiempo y en el espacio;
  • dificultades para reconocer a familiares y amigos;
  • necesidad cada vez mayor de ayuda para el cuidado personal;
  • dificultades para caminar;
  • alteraciones del comportamiento que pueden exacerbarse y desembocar en agresiones.

La importancia de la detección precoz

La pérdida de memoria forma parte del envejecimiento normal. Es común olvidarse nombres o citas pero recordarlos después, cometer errores de vez en cuando al sumar y restar, confundirse sobre el día de la semana pero darse cuenta después, necesitar ayuda de vez en cuando para usar un electrodoméstico o grabar un programa de televisión, o tener dificultad a veces en encontrar la palabra exacta al hablar.

Sin embargo, debemos estar atentos porque los olvidos también puede ser el inicio de una enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencia.

Y acá es importante la detección precoz de estos síntomas, porque nos permite:

1) Ayudar a instaurar un tratamiento sintomático lo antes posible y controlar de forma más efectiva los síntomas cognitivos y conductuales.

2) Mejorar el grado de autonomía del paciente.

Es importante saber que el chequeo de la memoria para la detección precoz de la enfermedad de Alzheimer se recomienda a aquellas personas mayores, de aproximadamente 60 años, que han notado que su memoria, su razonamiento o su flexibilidad mental ha decaído.

También se recomienda a todas las personas a las que sus familiares o amigos han percibido que ha habido un empeoramiento en su memoria reciente, que olvidan citas o que dejan de hacer cosas que habitualmente solían hacer, incluso aunque estas personas no lo noten.

¿Qué podemos hacer?

Siempre podemos hacer algo. Es muy importante:

  • Controlar los factores de riesgo vascular en la edad media de la vida.

- Hipertensión arterial - Diabetes- Di lipemia- Obesidad- Sedentarismo

  • Promover los factores protectores (reserva cognitiva):

- Actividad física: ejercicio aeróbico a través de caminatas, deportes, baile, uso de bicicleta, etc.

- Actividad mental: aprender algo nuevo (idioma, dibujo, pintura, mecánica, música, etc.), realizar actividades lúdicas (ajedrez, sudoku, bridge, etc.), buscar nuevas maneras de hacer lo mismo.

- Actividad social: mantener red de amigos, participar en asociaciones y clubes, intervenir en actividades de la comunidad, participar en grupos de teatro, lectura, música, cine, etc.

Algunas personas famosas que lo padecieron:  Charlton Heston, Ronald Reagan, Rita Hayworth, Charles Bronson, Glen Campbell, Margaret Thatcher.