Autobronceadores: ¿sí o no?

El uso de autobronceadores se ha ido haciendo más popular con el paso de los años y con la incorporación de mejoras en los productos existentes en el mercado.

Producen una coloración en la piel en ausencia de exposición solar. El producto aplicado sobre la piel reacciona con la queratina y otras proteínas presentes en las capas más altas de la epidermis, dando lugar a un tinte que imita el bronceado que experimentamos con la exposición al sol y que se debe a la formación de melanina.

El agente que está presente en la mayor parte de los productos con capacidad autobronceadora es la dihidroxiacetona (conocida también por sus siglas, DHA).

A diferencia de los protectores solares, productos que protegen contra la radiación ultravioleta, los productos de bronceado sin sol están regulados como cosméticos y no pueden brindar ninguna protección contra la exposición a la radiación ultravioleta.

¿Se considera seguro el uso de autobronceadores?

Sí, el uso de autobronceadores es seguro y no se considera tóxico. Hay que tener en cuenta que la coloración se queda en capas superficiales de la piel y no hay absorción hacia el interior.
El DHA está destinado a aplicación externa, sin incluir las membranas mucosas ni el área de los ojos o alrededor de ella.

El DHA se ha utilizado en cabinas de bronceado por pulverización y mediante aerografía, pero estos son usos no recomendados, ya que el contacto con el aditivo colorante puede no limitarse a la parte externa del cuerpo, como ojos, labios y membranas mucosas. En caso de usar estas formas de aplicación, la FDA recomienda protegerse los ojos, los labios y las membranas mucosas, así como abstenerse de ingerir o inhalar DHA.

Existen situaciones en las que el uso del autobronceador no es recomendable, debido a que nos va a proporcionar un resultado poco homogéneo. Esto sucede en las situaciones en las que tenemos alguna dermatosis de base, que hará que el producto no se capte de manera regular. Aquí van algunos ejemplos:

  • Acné/rosácea facial
  • Psoriasis
  • Dermatitis atópica.

Trucos para una aplicación correcta y conseguir un bronceado uniforme

  • Aplicar bien el autobronceador, requiere tiempo (al igual que ponernos un esmalte de uñas). Abstenerse en caso de no poder acabar el proceso :
  • Hidrata la piel mañana y noche, al menos una semana previa a la aplicación.
  • Exfolia la piel el mismo día de la aplicación del autobronceador.
  • Utilizá un guante aplicador para extender el producto y evitar manchar las manos o zona próxima a las uñas.
  • En las zonas problemáticas (entre los dedos, tobillos, codos, rodillas, flexuras de brazos y piernas, transición entre mano y antebrazo, aletas de la nariz): aplica una capa fina de crema hidratante antes del autobronceador. Tras la aplicación del mismo, pasa un papel o un disco desmaquillante para retirar el exceso de producto. Los excesos de bronceado son muy antiestéticos.
  • En la cara y en las manos no es recomendable usar autobronceadores es difícil conseguir que queden homogéneos
  • Utiliza el autobronceador entre 2-3 veces en semana, hasta conseguir el tono deseado.
  • Los días que no lo apliques, hidrata mucho la piel para que el efecto dure lo máximo posible.
  • El tiempo de actuación de cada autobronceador es diferente en función del tipo de producto.
  • Elige el autobronceador considerando el tono de piel del que partimos. Es mala idea elegir uno para pieles oscuras si no la tenemos (el bronceado será intenso, pero cuando se vaya eliminando, dejará un efecto de manchas nada deseable).
  • La mayor parte de los autobronceadores tienen algo de transferencia hacia la ropa, por lo que hay que ser cautos con la ropa.

 Fuentes

 


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