Maltrato de las personas mayores

Datos y cifras

  • En el último año, aproximadamente 1 de cada 6 adultos mayores sufrieron algún tipo de abuso en entornos comunitarios.
  • Las tasas de maltrato a personas mayores son altas en instituciones como residencias de ancianos y centros de atención de larga duración: dos de cada tres trabajadores de estas instituciones indican haber infligido malos tratos en el último año.

La población mundial de adultos mayores se duplicará con creces, de 900 millones en 2015 a unos 2000 millones en 2050.

El maltrato de las personas mayores es un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a un adulto mayor (incluye la omisión de tomar medidas para evitar el daño), que se produce en una relación basada en la confianza. Constituye una violación de los derechos humanos e incluye el maltrato físico, sexual, psicológico o emocional; la violencia por razones económicas o materiales; el abandono; la negligencia; y el menoscabo grave de dignidad y la falta de respeto.

Magnitud del problema

Durante el último año el 15,7% de las personas mayores fueron objeto de alguna forma de maltrato.

El 64,2% de los trabajadores infligió alguna forma de maltrato en el último año.

Estas cifras deben disminuirse teniendo en cuenta que la población mundial de adultos mayores se duplicará con creces, constituyendo unos 2000 millones en 2050.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo asociados a la posibilidad de que una persona mayor sufra malos tratos se califican en ámbito individual, relacional, comunitario y sociocultural.
Entre los riesgos individuales están:

  • Mala salud física y mental de la víctima.
  • Trastornos mentales y abuso del alcohol y las sustancias psicotrópicas del agresor.
  • En algunas, las mujeres de edad tienen mayor riesgo de negligencia y abuso económico cuando enviudan.
  • Las mujeres corren mayor riesgo de sufrir formas más persistentes y graves de maltrato y lesiones.

Los riegos relacionales son:

  • Compartir la vivienda: las estadísticas no son uniformes respecto a si son los cónyuges o los hijos adultos de las personas mayores quienes más probablemente perpetran los malos tratos.
  • Cuando el agresor depende de la persona mayor (a menudo económicamente) es mayor el riesgo de malos tratos.
  • Si hay antecedentes de relaciones familiares disfuncionales, el estrés que genera la dependencia de la persona mayor aumenta el riesgo.

Factores de riesgo comunitario:

  • Aislamiento social de los cuidadores y de las personas mayores, y la consiguiente falta de apoyo social,
  • Causas del aislamiento: pérdida de capacidades físicas o mentales, o por la pérdida de amigos y familiares.

Entre los riesgos socioculturales se cuentan:

  • Estereotipos basados en la edad según los cuales las personas mayores son representadas como frágiles, débiles y dependientes.
  • Debilitamiento de los vínculos entre las generaciones de una misma familia;
  • Sistemas sucesorios y de derechos de tierras, asociados a la distribución del poder y de los bienes materiales en las familias.
  • Migración de las parejas jóvenes, dejando solos a los padres ancianos en sociedades en las que tradicionalmente los hijos tienen a su cargo el cuidado de los adultos mayores.
  • Falta de fondos para pagar los cuidados.

En las instituciones, es más probable que se produzca maltrato, si:

  • Los niveles de la atención sanitaria, los servicios sociales y los centros asistenciales para las personas mayores no son adecuados.
  • El personal está mal formado y remunerado, y soporta una carga de trabajo excesiva.
  • El entorno físico es deficiente.
  • Las normas favorecen más los intereses del centro institucional que los de los residentes.

Prevención

Son muchas las estrategias que se han aplicado para prevenir el maltrato de las personas mayores, adoptar medidas para combatirlo y mitigar sus consecuencias. Entre las intervenciones que se han puesto en práctica –principalmente en los países de ingresos altos– para prevenir el maltrato cabe citar las siguientes:

  • campañas de sensibilización para el público y los profesionales;
  • detección (de posibles víctimas y agresores);
  • programas intergeneracionales en las escuelas;
  • intervenciones de apoyo a los cuidadores (por ejemplo, gestión del estrés, asistencia de relevo);
  • políticas sobre la atención en residencias para definir y mejorar el nivel de la atención;
  • formación sobre la demencia dirigida a los cuidadores.

Entre los esfuerzos por responder al maltrato e impedir que se repita se incluyen las siguientes intervenciones:

  • notificación obligatoria del maltrato a las autoridades;
  • grupos de autoayuda;
  • casas refugio y centros de acogida de emergencia;
  • programas de ayuda psicológica dirigidos a las personas que infligen malos tratos;
  • teléfonos de asistencia que proporcionen información y derivación;
  • intervenciones de apoyo a los cuidadores.

De momento no hay demasiadas pruebas de la eficacia de la mayoría de las intervenciones. Ahora bien, el apoyo a los cuidadores para prevenir el maltrato de las personas mayores y también después de un caso de maltrato reduce la probabilidad de que se repita, los programas intergeneracionales en las escuelas (para reducir las actitudes sociales negativas y los estereotipos hacia los ancianos) han arrojado resultados prometedores, al igual que la sensibilización de los profesionales con respecto al problema. 

La OMS y sus asociados colaboran para prevenir el maltrato a las personas mayores mediante iniciativas institucionales y a nivel de las organizaciones y los países que ayudan a identificar, cuantificar y responder al problema, entre otras:

  • Generar evidencia sobre el alcance y los tipos de maltrato a personas mayores en diferentes entornos (para comprender la magnitud y la naturaleza del problema a nivel mundial).
  • Recopilar pruebas y elaborar orientaciones para los Estados Miembros con el fin de prevenir el maltrato a personas mayores y reforzar sus respuestas al respecto.

Nosotros desde OSIM enmarcamos nuestras acciones en las campañas de sensibilización necesarias para la toma de conciencia de los adultos mayores como de sus familiares, y desarrollamos un programa de apoyo a los familiares cuidadores "Cuidando a quienes cuidan". Conocelo

Fuente: Organización Mundial de la Salud