Muchos ingredientes comunes y cotidianos tienen efectos positivos en nuestro organismo, aquí les indicamos algunos que – entre otras funciones – contribuyen a disminuir la presión alta.
Obviamente, ninguno de ellos reemplaza las indicaciones y medicamentos recetados por tu médico. Por ello, consultá con él antes de utilizarlos y ante la aparición de efectos no deseados.

	Aceite de oliva: A diferencia de otros tipos de aceites, aportan un gran contenido de ciertos triglicéridos que ayudan a disminuir la presión significativamente.
	Ajo: La capacidad del ajo para proteger el corazón fue atribuida a una sustancia química llamada s-alil cisteína. La mejor manera de emplearlo es recién triturado. Si se lo utiliza con fines saludables, no se debe reemplazar por ajo desecado en polvo, ya que pierde sus propiedades.
	Avena: La avena contiene betaglucano, un tipo especial de fibra con propiedades de aumentar la inmunidad. Además, contiene antioxidantes que ayudan a prevenir la artoesclerosis.  Esta doble acción conjunta, le da un gran impulso a la salud cardíaca.
	Chocolate amargo: El chocolate amargo (mayor al 60% de cacao) contiene más elementos beneficiosos que el chocolate con leche. Entre ellos, el ácido oleico y la alta concentración de polifenoles, que generan efectos cardiovasculares beneficiosos.
	Pescado en lata: el salmón, las sardinas, arenques y el atún –en menor medida – están repletos de ácidos grasos omega-3 que ayudan a que el organismo elabore sustancias benéficas que hacen que las plaquetas se adhieran menos, reducen la inflamación y mejoran el flujo sanguíneo.
	Vino tinto: Los beneficios que el vino aporta para la salud cardíaca provienen de sus antioxidantes (resveratrol, catequina, epicatequina y proantocianidinas).