Considerando los excesos humanos, la ingesta moderada de alcohol es prevenible. Sin embargo este hecho puede hacer que el más fuerte quede lamentándose como un bebé. ¿Cuál es la causa de esto? Quizás no sepas que la ingesta abundante de alcohol supera la capacidad de la enzima conocida como alcohol deshidrogenasa (ADH), que metaboliza el mismo en el hígado. Eso hace que la cabeza duela, que el estómago se rebele y que el cuerpo se sienta flojo. La templanza o la abstinencia son las únicas maneras de prevenirlo, pero algunas curas de la despensa pueden hacer que el día siguiente sea más tolerable.
Seguí estos pasos y no tendrás que buscar una cura para la resaca:
Serví un caldo. Este repone las sales y el potasio, ayudando a rehidratar el cuerpo. Si lo tomás frío, te sentirás un poco más fresco.
Despertá con café. La cafeína, un estimulante del sistema nervioso central y vasoconstrictor, puede aliviar temporariamente el dolor de cabeza y darte ánimos como para levantarte a la mañana siguiente. Pero nunca conviertas al café en el último trago “para el camino” y creas que estas lo bastante sobrio como para conducir un vehículo. No es así. Llama a un taxi o confía en un acompañante sobrio para que maneje en tu lugar.
Rehidrata como los jugadores. Antes de acostarte, tomá dos vasos de 240cc de alguna bebida para deportistas. Esto ayudará a prevenir la deshidratación y podría aliviar el dolor de cabeza.
Fuente: www.selecciones.com.ar