Editorial

¿Por qué hacemos esta campaña?

Porque tenemos la firme convicción de que la violencia se puede prevenir, detener y erradicar. Es necesario transformaciones culturales y sociales para que el ejercicio de poder entre los hombres y las mujeres se modifique. Y el sector de la salud tiene un papel fundamental en ello.

Nos ocupamos de este tema a partir de la indicación de la Organización Mundial de la Salud que en su informe del año 2003 definió a la violencia como un problema de salud pública, considerando que el comportamiento violento y sus consecuencias pueden prevenirse, así como reorientar por completo las culturas en las que impera. Por su parte, en el universo de las Obras Sociales nos acercamos a esta temática ante las graves consecuencias físicas y psíquicas en las víctimas: muerte, lesiones físicas, embarazos no deseados, abortos inducidos, infecciones de transmisión sexual, incluida la infección por VIH, depresión, trastorno post traumático, uso nocivo de tabaco, drogas y alcohol que sufrieron nuestras afiliadas como consecuencia de situaciones de violencia de sus parejas o ex parejas.

La violencia contra la mujer afecta a toda la familia: los niños expuestos a violencia infligida por la pareja en el hogar tienen más posibilidades de ser víctima de maltrato, no recibir atención sanitaria, tener problemas de conductas, emocionales y escolares. En la adolescencia, tienden más a usar alcohol y drogas de forma nociva, fumar y tener relaciones sin protección.

Desde otra mirada, hay una afectación de la competitividad sistémica como país o región: el bajo rendimiento, falta de la concentración, el ausentismo y la productividad son consecuencias comprobadas que afectan a las trabajadoras cuando padecen cualquier forma de violencia por su condición de mujeres. El ámbito laboral no está ajeno, entonces, a esta problemática y puede aportar al acompañamiento y ruptura del ciclo de la violencia que atrapa a las mujeres víctimas y al sostenimiento y apoyo a proyectos de vida saludables. Por ello, nuestro abordaje del tema desde la seguridad social, en que confluyen salud y trabajo. 

Todas estas razones, más el decidido rechazo a la violencia en todas sus expresiones, nos impulsan un año tras otro a alzar la voz contra la violencia hacia las mujeres, y por ello seguimos impulsando en el Congreso de la Nación un proyecto de ley para instituir al mes de noviembre como mes nacional de concientización sobre la violencia hacia las mujeres  y esperando que nuestros legisladores acompañen con su voto esta iniciativa.

Horacio Martínez
Presidente