¡TODOS! Los bebés a partir de la salida del primer diente, niños, adolescentes, jóvenes, adultos, adultos mayores.
Para que no proliferen bacterias y así evitar las dos enfermedades más frecuentes de la boca: caries y enfermedad periodontal (sangrado de encías).
La placa dental, o biofilm, es un depósito de bacterias delgado, pegajoso e incoloro que se deposita en los dientes cuando no nos cepillamos. Al comer, sobre todo azúcares, las bacterias producen ácidos que atacan el esmalte dental. Después de repetidos ataques, el esmalte se desintegra y se forma una cavidad, la caries.
Cepillar los dientes, con un cepillo suave, después de cada comida y antes de acostarse a dormir, para evitar el desarrollo bacteriano.
Visitar al odontólogo/a, como mínimo:
Adultos: una vez al año.
Niños: dos veces al año.
Durante el embarazo: tres veces.
Sí, está bien indicado, refuerza al diente y lo hace más resistente.
¡NO! Podes complicar aún más la patología. Consultá urgente a un/a Odontólogo/a
Sí, eligiendo preferentemente caramelos y golosinas sin azúcar, y luego tenés que volver a cepillarte los dientes.
Es conveniente, pero debes dejar pasar por lo menos 20 minutos. Te aconsejamos que, cuando decidas comerlos, lo hagas en una sola vez y no a cada momento del día. Debes tratar de sustituir los dulces por alimentos más saludables como: frutas, verduras, queso, lácteos, cereales, etc.
Sirven para masticar, verse bien, hablar correctamente y fundamentalmente, guardan el lugar a los dientes definitivos que saldrán después.
¡SÍ! Como cualquier otro diente, se deben cuidar y tratar si aparecen caries.
Por la acción de los microorganismos que normalmente se encuentran en la boca, alojados en una película trasparente que se llama “placa bacteriana”, donde se alimentan y se nutren a través de la ingesta de comidas ricas en azúcares que no han sido eliminadas con el cepillado dental.
Generando hábitos de autocuidado, como el correcto del cepillado dental después de la ingesta de comida, cepillado antes de irse a dormir, utilización frecuente del hilo dental y concurriendo periódicamente al control odontológico.
Cepillando los dientes después de cada comida, en especial antes de dormir.
Teniendo una dieta saludable.
Controlando lo que comes, lo que comen tus hijos e hijas y con qué frecuencia lo haces, tratando de evitar dulces, harinas, panes, etc.
Visitando regularmente a tu dentista para que realice la revisión, limpieza, aplicación de flúor y enseñanza de la técnica de cepillado adecuada para tu boca o tu edad.
Aquellas que contienen azúcares en cualquier estado físico, tanto líquido, sólido o en gel, aguas saborizadas, leches chocolatadas, infusiones como té, mate, mamaderas con azúcar o chupetes con miel. Considerar todo tipo de golosina como chicles y masticables que complican por su estado físico (adhesividad) la permanencia de restauraciones.
Con la aplicación de topicaciones con Flúor cada 6 meses, en los niños coincide con la consulta odontológica.
¡TUYA! Sos vos quien tiene la mayor responsabilidad de cuidar tu boca todos los días.
En el caso de los niños y niñas, la familia, la escuela, el dentista pediatrico, deben contribuir a que te eduques para cuidar la salud de tu boca.
Siempre tené a mano y en lugares visibles, los contactos de urgencia y emergencia de tu prestador médico, de esta forma evitarás perder tiempo buscándolos en el momento que más los necesitarás.
Fuente: GCBA