Nutrición y salud bucal, una relación clave1

Od. Marina Rocamundi, Federación Odontológica de Córdoba

La alimentación saludable es aquella que aporta todos los nutrientes esenciales y la energía que cada persona necesita para mantenerse sana.

La alimentación nos permite tomar del medio que nos rodea las provisiones de la dieta. La nutrición es el conjunto de procesos que posibilitan que nuestro organismo utilice los nutrientes que contienen los alimentos para realizar sus funciones. La alimentación es un proceso vital, voluntario y educable, mientras que, la nutrición es involuntaria y constante, ya que depende de la capacidad de nuestro organismo para tomar los elementos que necesita.

Nuestra alimentación debe ser completa, suficiente, equilibrada y adecuada, sobre todo en el período de crecimiento y desarrollo, como es el caso de los niños, adolescentes y las mujeres embarazadas.

Los nutrientes son sustancias químicas que se encuentran en los alimentos y que sirven como fuente de energía y son necesarios para el crecimiento, desarrollo y mantenimiento de la vida. Los nutrientes esenciales son sustancias que nuestro organismo es incapaz de producir por lo que deben ser incorporadas con la dieta: aminoácidos (componentes de las proteínas), ácidos grasos, vitaminas, minerales y agua.

La calidad de nuestra nutrición depende en gran parte de los alimentos que ingerimos. Su elección y la manera de prepararlos y consumirlos son parte de los hábitos que tienen las personas.

Factores determinantes de la alimentación

La elección de nuestros alimentos está influenciada por diversos factores. La genética o características biológicas de cada individuo son importantes, pero la alimentación está condicionada principalmente por el estilo de vida, las costumbres familiares o de la comunidad de donde provienen, el nivel socioeconómico (ambiente físico y sociocultural), y la aplicación de programas educativos y de seguimiento y cuidado por parte de los servicios de salud.

Nutrición y salud bucal

La salud bucal puede mantenerse, o recuperarse si se ha perdido, por diversos medios entre los que la nutrición juega un papel fundamental. La boca está constituida de tejidos duros (dientes y maxilares) y tejidos blandos (encía, lengua, músculos y mucosas). Todos ellos se originan desde la vida intrauterina y poco a poco van desarrollándose hasta alcanzar su madurez; es decir desde antes de nacer y después del nacimiento siguen creciendo y desarrollándose aún más, hasta alcanzar el estado adulto.

Una alimentación balanceada en niñas y niños es fundamental para la salud bucal.

La lactancia materna es importante para el desarrollo adecuado del bebé y de los dientes y estructuras bucofaciales. La leche materna contiene todo lo que el bebé necesita principalmente hasta los 6 primeros meses de vida. Si el bebé es amamantado por más tiempo con leche materna, o con leche industrializada, se debe tener especial cuidado en la higiene debido a que puede ocasionarse deterioro de la salud bucal, más aún si se le agrega azúcar.
Para que la boca se desarrolle sana y fuerte, es necesario comer alimentos ricos en fibra, como frutas y verduras crudas, que ayuden a ejercitar los músculos, que favorezcan el desarrollo de huesos maxilares de tamaño adecuado, encías y dientes sanos. Es importante también que le aporte las vitaminas y minerales necesarios para que se formen y maduren adecuadamente.

  • Es muy importante observar el tipo de alimentos que ingerimos, ya que pueden tener un efecto adverso para la salud de nuestros dientes.
  • Las sustancias ácidas, como por ejemplo el limón, producen la disolución del esmalte de las piezas dentarias, que se conoce con el nombre de erosión dental, y el azúcar promueve el desarrollo de las caries.
  • El consumo de dulces y alimentos a base de hidratos de carbono, de consistencia pegajosa, aumentan considerablemente la incidencia de caries, ya que son metabolizados por las bacterias de la cavidad bucal, produciendo ácidos que descalcifican los dientes, los reblandecen y luego penetran en su interior generando cavidades, que con el tiempo avanzan y llevan a la pérdida de los mismos.
  • La erosión dental es un trastorno que afecta a cada vez más personas de todas las edades, y es debido al consumo de bebidas y alimentos muy ácidos como son las frutas, yogurt y diversos tipos de bebidas (gaseosas, jugos, bebidas alcohólicas). Éstos producen la descalcificación y el desgaste progresivo de los dientes. Las personas concurren a la consulta odontológica muy tarde debido a que no produce manchas oscuras ni cavidades como las caries. El cepillado de los dientes previene las caries porque elimina parcialmente los microorganismos de la boca, pero no evita la erosión dental. Por eso, si tenemos una dieta muy ácida, se recomienda usar pastas especiales para prevenirla, estas recalcifican el esmalte dental sin desgastarlo. En el caso de las bebidas, el agua es la bebida más saludable por excelencia, aunque se ha perdido el hábito de tomarla. Incluso las familias prefieren dar a sus niños otras bebidas. Solo el agua potable puede ser ingerida con tranquilidad, ya que las demás tienen características especiales que limitan su consumo, como son la acidez y la cantidad de azúcar.
  • Las gaseosas tradicionales son muy perjudiciales ya que no aportan nutrientes y tienen gran cantidad de azúcar y ácidos que, en el caso de la boca, tornan la saliva más ácida y promueven tanto la caries como la erosión dental. Las gaseosas light tienen menos cantidad de sacarosa, pero conservan la acidez, y las tipo “cero azúcar” tienen importantes cantidades de edulcorante y son ricas en sodio, por lo que estarían contraindicadas en personas con hipertensión arterial.
  • Las energizantes, los hidratantes deportivos, los jugos artificiales y las bebidas a base de leche de soja son muy azucaradas. Éstos últimos son muy consumidos por niños, incluso desde muy corta edad lo cual atenta contra su salud general y particularmente la bucal. El consumo de estas bebidas debe ser limitado.
  • Los jugos naturales y las frutas, sobre todo la naranja, tienen numerosos nutrientes y vitaminas y están indicados en una dieta saludable, pero presentan nivel muy alto de acidez, promueven la erosión dental y deben alternarse con otros alimentos.
  • Caramelos y bebidas azucaradas, tan comunes en los kioscos escolares, propician la destrucción rápida de dientes debido al alto contenido de azúcar. Numerosos estudios demostraron que además de producir caries por contacto directo de la sacarosa con los dientes, el consumo indiscriminado de dulces afecta la mineralización normal de los dientes y de los huesos, especialmente importante en los niños y adolescentes en edad de crecimiento.

Alimentos que pueden beneficiar la salud bucodental2

El queso, la leche, el yogur, el tofu enriquecido con calcio, verduras de hojas verdes y almendras son alimentos que pueden beneficiar la salud dental gracias al calcio y otros nutrientes que aportan. Los alimentos ricos en proteínas, como la carne, las aves de corral, el pescado, la leche y los huevos, son las mejores fuentes de fósforo. Ambos minerales desempeñan un papel determinante en la salud bucodental, ya que protegen y reconstruyen el esmalte dental.

Las frutas y hortalizas son buenas opciones para una sonrisa saludable, ya que tienen un alto contenido de agua y fibra que equilibran los azúcares que contienen y ayudan a limpiar los dientes. Estos alimentos también ayudan a estimular la producción de saliva, que elimina los ácidos de la comida y las partículas de alimentos y contribuye a neutralizar el ácido, protegiendo los dientes de la caries. Además, muchos contienen vitamina C (importante para unas encías sanas y reparación rápida de las heridas) y vitamina A (otro nutriente clave en la construcción del esmalte dental).

Definitivamente, el agua, en particular el agua fluorada, es la mejor bebida para sus dientes.

¿Cuánto hace que no visitás a tu dentista?

Fuentes:
1- Confederación Odontológica de la República Argentina (CORA) 26/09/2016
2- Asociación Americana de Odontología: Mouth Healthy