Granny battering o la abuelita golpeada “abuso y maltrato en la vejez”

Lic. Olga E. Vega
Escuela Ciencias del Envejecimiento -  Universidad Maimónides

Alrededor del año 1975, en revistas científicas británicas, se comenzó a hablar del maltrato de las personas mayores empleando la expresión “granny battering” que se puede traducir como “abuelita golpeada”.

Si bien el maltrato de los ancianos se identificó por primera vez en países desarrollados como Estados Unidos, Canadá, Noruega y Suecia, donde se han realizado la mayoría de las investigaciones existentes, los hechos anecdóticos y la información procedente de algunos países en desarrollo han demostrado que se trata de un fenómeno universal.

Subestimado e ignorado por la sociedad no hay dudas que el maltrato de los ancianos es un tema tabú, del que poco o nada se habla.

Podemos afirmar que se trata de un problema de la salud pública y por tanto de la sociedad toda.

La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 15 de junio como Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. Representa el día del año cuando todo el mundo expresa su oposición a los abusos y los sufrimientos infligidos a algunas de nuestras generaciones mayores.

La Organización Mundial de la Salud lo ha definido como: “la acción única o repetida, o la falta de la respuesta apropiada, que ocurre dentro de cualquier relación donde exista una expectativa de confianza y la cual produzca daño o angustia a una persona mayor y puede ser física, psicológica/emocional, sexual, financiera o reflejar un acto de negligencia intencional o por omisión”.

A partir de este concepto podemos ubicar al maltrato en tres niveles:

1) Nivel individual

  • Abuso o maltrato físico
    Son aquellas agresiones que dañan la integridad corporal, realizados con la intención de provocar dolor, lesión y debilitación. Por ej.: golpes, puñetazos, cortes, ataduras, tirones de pelo, bofetones, pinchazos, empujones, sacudones, pellizcos, reclusión, agresiones sexuales, quemaduras e inmovilización física.
    Los podemos constatar en las heridas faciales, marcas de dedos, irritaciones
    debidas a la orina, fracturas y marcas de puntapié. Este maltrato físico tiene sus efectos psicológicos: produciendo angustia, resistencia extrema y hace que el afectado se encoja de miedo.
  • Abuso psicológico
    Se manifiesta mediante gritos, amenazas, insultos, humillación, aislamiento, exclusión de los eventos familiares significantes y suspensión de sus derechos. Estas actitudes producen una disminución en la identidad, en la dignidad y en la autovaloración de la persona abusada.
  • Abuso financiero
    Se evidencia con el mal uso del dinero o de la propiedad. Por ej.: hurto de dinero o posesiones, forzando una firma en cheques o en documentos legales, empleando mal un poder de abogado y forzando o engañando a un adulto mayor en vender o donar su propiedad.
  • Negligencia:
    La negligencia puede ser pasiva o activa. La pasiva consiste en dejar solo a la persona mayor, aislado u olvidado; no proporcionarle alimentación o atención médica.
    La negligencia activa supone la privación de artículos necesarios en la vida diaria, la denegación de recursos vitales y la no provisión de cuidados a aquellas personas físicamente dependientes, deshidratación, mala alimentación, lentes rotos, falta de audífonos.

2) Nivel social

En este nivel ubicamos a dos conceptos: “viejismo” e “infantilismo”. Hablamos de viejismo cuando detectamos actitudes prejuiciosas, de rechazo personal y disgusto por envejecer, temor por la pérdida de poder, la inutilidad y la muerte.
El infantilismo presupone que los viejos vuelven a ser niños y hay que tratarlos como tales. Por eso se les cuida y se les vigila y se decide por ellos/as.

Estas actitudes de conmiseración y lástima hacen que, muchas veces, las mismas personas de edad las asuman como una verdad absoluta.

3) Nivel estructural - institucional

En este nivel debemos hacer referencia a las condiciones sociales, económicas y políticas que conforman el contexto en el que se encuentran las personas mayores y en las cuales existen vacíos en relación a la legislación, las  políticas, los programas específicos y servicios apropiados.
En este concepto de maltrato estructural ubicamos a las jubilaciones y pensiones insuficientes, a las actitudes políticas de desinterés hacia las personas mayores, y a la ausencia de políticas que desconocen las necesidades de las personas mayores.
Dentro del nivel institucional tenemos a aquellas instituciones prestadoras de servicios de salud, de servicios sociales, así como de protección que no brindan las prestaciones adecuadas, en tiempo y forma.
A través de los medios de comunicación solemos enteramos sobre casos de personas mayores que no son atendidas, o que son maltratadas por los empleados de instituciones.
Con relación a las residencias existen aquellas que no cuentan con la habilitación correspondiente para un funcionamiento adecuado, o con personal capacitado para la atención de los mayores.

Cómo nos damos cuenta si alguien es maltratado o abusado:

Se pueden notar indicios de abuso, maltrato o negligencia cuando visitamos a una persona mayor en su casa o en una residencia que brinda atención a las personas mayores y percibimos que:

  • Tiene dificultades para dormir.
  • Aparenta estar deprimida o confundida.
  • Pierde peso sin razón.
  • Muestra señales de trauma como mecer el cuerpo hacia adelante y hacia atrás.
  • Actúa de manera agitada o violenta.
  • Se vuelve retraída.
  • Deja de participar en actividades que disfrutaba anteriormente.
  • Tiene moretones, quemaduras o cicatrices inexplicables en el cuerpo.
  • Se ve desarreglada, con el pelo sin lavar y la ropa sucia.
  • Desarrolla úlceras por presión debido al prolongado reposo en cama o tiene otros trastornos que hubieran podido ser evitados.

Para finalizar pensemos que:

El maltrato de personas mayores no dejará de ocurrir por sí solo. Es importante que no seamos indiferentes, puede ser necesario que alguien lo enfrente y brinde ayuda.

Muchas personas mayores se sienten demasiado avergonzadas como para delatar el abuso, sobre todo cuando el maltratador es su familiar directo. O bien tienen temor de delatar el abuso porque la persona que las cuida se enterará y el maltrato será mayor.
Si pensás que alguien que conocés está siendo abusado, ya sea física, emocional o financieramente, hablá con esa persona cuando ustedes dos estén solos y ofrécele tu ayuda. COMPROMETETE.

IMPORTANTE:
El gobierno de la Ciudad tiene implementado el PROGRAMA PROTEGER donde a través de un equipo interdisciplinario, ofrece asistencia y acompañamiento a los adultos mayores víctimas de distintos tipos de violencia.
Contacto: Balcarce 362, planta baja. - 4370-8100, de lunes a viernes de 9 a 16.
Línea teléfonica 137, disponible las 24 horas durante todo el año.
proteger@buenosaires.gob.ar