Qué es, síntomas, tratamiento y prevención

¿Qué es?

La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por presentar niveles aumentados de azúcar en sangre (glucemia) y que puede dañar las arterias y algunos órganos.

Dado que es una enfermedad crónica no tiene cura, pero con un seguimiento y tratamiento adecuado la persona con diabetes puede prevenir complicaciones y llevar una vida normal. Se estima que esta patología afecta al 9.8% de personas de 18 años o más en nuestro país y dado que por varios años permanece silenciosa, aproximadamente la mitad de quienes la padecen, desconocen su condición.

Si no se trata adecuadamente, estos niveles alcanzan valores excesivamente altos, dando lugar a las complicaciones agudas (a corto plazo): cetoacidosis diabética- coma diabético, o crónicas (a largo plazo): retinopatía diabética- nefropatía diabética- neuropatía diabética- enfermedad vascular periférica y en sistema cardiovascular y cerebrovascular.

¿Cuáles son sus causas?

La causa de la diabetes es una alteración en la producción o el funcionamiento de la insulina, hormona producida por el páncreas, que funciona como una llave, facilitando el pasaje de la glucosa desde la sangre a las células de los órganos y tejidos.

La glucosa es un azúcar que proviene de la digestión de los hidratos de carbono, circula por la sangre y es utilizada por el organismo como fuente de energía.

Existen varios tipos de diabetes:

  • En la diabetes tipo 1 no hay producción de insulina, por lo tanto el organismo no cuenta con la llave que permite abrir la puerta de entrada de los azúcares a las células. Comienza generalmente antes de los 30 años y su tratamiento requiere seguir un plan de alimentación adecuado y la aplicación de inyecciones de insulina. Este tipo de diabetes no es consecuencia de hábitos poco saludables, por lo tanto, las recomendaciones se centran en el seguimiento de un tratamiento adecuado y la promoción de un estilo de vida saludable, para controlar la enfermedad.

  • La diabetes tipo 2 es la forma más común. Si bien suele comenzar después de los 40 años, la enfermedad se observa en forma cada vez más frecuente en jóvenes y adolescentes. Este tipo de diabetes se asocia a sobrepeso, obesidad abdominal, la alimentación inadecuada, la falta de actividad física, sumado a la existencia de antecedentes familiares de diabetes tipo 2.

    Si bien existe producción de insulina, esta es insuficiente y actúa de forma inadecuada. La llave no encaja en la cerradura de modo que el ingreso de la glucosa a los tejidos las células, se ve dificultado (lo que se llama insulino resistencia). En consecuencia, la glucosa se acumula en la sangre y las células se quedan sin combustible para su funcionamiento. El aumento del azúcar en sangre por encima de valores normales se denomina hiperglucemia.
  • Diabetes Gestacional.
  • Otros tipos específicos de diabetes.

    La hiperglucemia sostenida y sin tratamiento puede dar lugar a complicaciones en diferentes órganos, como los ojos, los riñones, el corazón, el cerebro, las arterias y los pies, entre otras.

¿Cómo se detecta?

El estudio de diabetes se realiza mediante la medición de la glucosa en sangre en ayunas (glucemia basal), que se recomienda realizar en las siguientes circunstancias:

  • En todos los individuos mayores de 45 años, repitiendo cada 3 años mientras sea normal.

  • Cuando aparezcan síntomas o signos que sugieran diabetes, como por ejemplo:
    - Poliuria (orinar mucho).
    - Polifagia (aumento del apetito).
    - Polidipsia (beber mucho por sed).
    - Pérdida de peso.
    - Retinopatía.
    - Proteinuria (proteínas aumentadas en orina).
    Infecciones urinarias de repetición.
    - Infecciones cutáneas de repetición.

  • Pacientes con antecedentes de hipertensión arterial o trastornos del colesterol.

  • En población más joven cuando existan factores de riesgo:
    - Padres o hermanos con diabetes.
    Obesidad o sobrepeso.
    Hipertensión arterial.
    Enfermedad cardiovascular.
    Colesterol elevado.
    Diabetes durante el embarazo.
    - Mujeres con hijos nacidos con peso mayor a 4,5Kg.

Si tiene alguno de estos síntomas o características, consulte a su médico.

Cuando el nivel de glucosa plasmática en ayunas está entre 110 y 125 mg/dl (entre 100 y 125 mg/dl en personas con factores de riesgo para diabetes), hay que repetir la glucemia y si persiste, realizar una prueba de tolerancia oral a la glucosa (75g de glucosa disuelta en 375 ml de agua que se ha de tomar en 3-5 minutos).

¿Cómo se diagnostica?

  • Una glucemia al azar en cualquier momento del día, en plasma venosa, mayor o igual de 200 mg/dl.

  • Una glucemia plasmática en ayunas mayor o igual a 126 mg/dl, en 2 tomas en distintos días.

  • Una glucemia plasmática mayor o igual 200 mg/dl a las 2 horas de realizar la prueba de tolerancia oral a la glucosa (con 75 gramos de glucosa).

La HbA1c (hemoglobina glicosilada) es útil para supervisión del tratamiento ya que refleja los valores de glucosa en sangre de los últimos tres meses. En la mayoría de las personas se considera adecuado un valor menor o igual a 7%.

¿Cuál es el tratamiento?

Se basa en 5 pilares:

  1. Plan de alimentación saludable: rico en frutas verduras y fibra, y bajo en alimentos grasos, con elección de hidratos de carbono (azúcares) de absorción lenta.

  2. Actividad física: Incorporar caminatas diarias de por lo menos media hora.

  3. Tratamiento farmacológico: medicación vía oral o inyecciones de insulina y otros, dependiendo de los factores de riesgo asociados. Este tipo de tratamientos debe ser indicado por su médico.

  4. Educación diabetológica: Incorporar conocimientos acerca de la enfermedad y las estrategias para los cuidados cotidianos es un componente esencial del tratamiento de la diabetes y otras enfermedades crónicas.

¿Cómo se puede prevenir?

Para la diabetes tipo 1 no existe ningún método eficaz por el momento.

En cambio, está comprobado que para la diabetes tipo 2, que es la que aparece con más frecuencia, se puede tratar de evitar en gran medida adoptando hábitos de vida saludables:

  • Aumentar el consumo de frutas y hortalizas.

  • Evitar los alimentos con alto contenido en sodio (fiambres, embutidos, aderezos, productos de copetín, quesos, etc.). Cocinar sin agregar sal. Reemplazarla por perejil, albahaca, tomillo, romero y otros condimentos.

  • Al consumir carnes quitarles la grasa visible, aumentar el consumo de pescado.

  • Evitar el sobrepeso.

  • Sumar al menos 30 MINUTOS diarios de actividad física de manera continua o acumulada (de a 10 minutos): usar escaleras en lugar del ascensor, caminar, bailar, etc.

  • No fumar. Incluso pocos cigarrillos por día son muy dañinos para las arterias, en especial para las personas con diabetes.

Para tener en cuenta…

Las personas con diabetes tienen mayor riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares. La prevención y control de los factores de riesgo cardiovascular son un aspecto fundamental del tratamiento de esta enfermedad. Si Ud. tiene diabetes, recuérdele a su médico:

  • Pesarlo, medirlo y tomarle la presión.

  • Examinarle los pies.

  • Control con oculista y odontólogo.

  • Consulte si debe recibir aspirina y medicación para el colesterol malo (LDL).


Fuente: Ministerio de Salud de la Nación