Reemplazá la sal de mesa por sales hiposódicas (dietéticas o modificadas): se recomienda usarlas sólo en los alimentos que suelen ser más insípidos, como las papas, arroz, o pastas.
Utilizá hierbas aromáticas
Albahaca: para ensalada, pastas y pizzas.
Tomillo: en verduras asadas, pollo, pavo y pescados.
Eneldo: ideal para platos de salmón, zanahorias asadas o papas con crema.
Cebollín o ciboulette: da sabor a papas, sopas y carnes.
Romero: es un gran acompañante de los platos de cerdo.
Sumá especias a tus platos
Azafrán: aromatiza arroces, paellas y platos exóticos.
Canela: excelente para cremas, compotas y preparaciones de repostería.
Clavo de olor: potencia el sabor de caldos, pescados, guisos y postres.
Curry: ideal para salsas de pescado, pollo y carnes rojas.
Jengibre: Aderezar ensaladas, salsas y mermeladas.
Nuez moscada: Exalta el sabor de carnes, verduras y algunos dulces.
Incorporá a tus recetas ajo, limón y pimienta: los ácidos bajan el umbral de percepción del gusto salado
Comé tus comidas tibias para favorecer la percepción de sabores

Asesoramiento y revisión: Licenciada en Nutrición – Cristina Maceira – MN 1390