Problemas de audición en el recién nacido

La mayoría de los niños oyen y escuchan sonidos desde que nacen. Aprenden a hablar imitando los sonidos a su alrededor, y las voces de sus padres o las personas que los cuidan. Sin embargo, algunos de ellos nacen con algunas complicaciones en su audición, como déficits leves o severos conocidos como hipoacusias, hasta sorderas, pérdidas auditivas más graves.

Según datos de la OMS, la incidencia de la hipoacusia se sitúa en cinco de cada mil nacidos vivos, en aquellas moderadas es de 3 cada mil nacidos vivos, y en los casos más severos de 1 cada mil nacidos vivos.

Se trata de un problema de esencial importancia durante la infancia, ya que genera complicaciones en el aprendizaje, el desarrollo del habla y del lenguaje, y en la sociabilidad. Por ello, es importante la realización de los controles necesarios para la detección temprana.  

¿Cuáles son los principales factores de riesgo?

La mayor parte de los déficits auditivos permanentes que se manifiestan  pueden deberse a:

  • Antecedentes familiares de hipoacusia.
  • Signos asociados a síndromes con hipoacusia.
  • Problemas congénitos durante el período neonatal, como alteraciones genéticas.
  • Factores ambientales, como infecciones congénitas durante el embarazo (principalmente toxoplasmosis, rubéola, citomegalovirus, herpes o sífilis) o exposición a algunos medicamentos ototóxicos, que en su composición tienen agentes perjudiciales para el oído (como la gentamicina o amikacina, entre otros).
  • Prematurez o bajo peso al nacer.
  • Anomalías craneofaciales
  • Lesiones del sistema auditivo durante el parto.
  • Ventilación mecánica por 5 días o más.
  • Tratamientos con ototóxicos, infecciones o traumatismos durante los primeros días de vida.  

Detección temprana: ¿qué controles se deben realizar?

Actualmente se dispone de técnicas sencillas, de fácil manejo y con la suficiente eficacia para ser utilizadas como herramientas de detección. Una de ellas es el tamizaje auditivo, un estudio simple, incruento y no invasivo, denominado Otoemisiones Acústicas (OEA) o mediante Potenciales Evocados Auditivos de Screening.  

Las doce primeras semanas de vida extrauterina son importantes para el desarrollo de las vías auditivas. Es primordial que todos los recién nacidos sean sometidos a los chequeos médicos correspondientes, a partir de las primeras 36 horas de vida y preferentemente antes de ser dados de alta. 

En el caso de los nacidos pre término, es necesario realizar la prueba a partir de las 37 semanas de edad. Y para aquellos recién nacidos que posean algún factor de riesgo, además de la prueba inicial, se recomienda realizar controles al mes, y luego a los 3 meses nuevamente. También se sugiere un control cada 6 meses durante el primer y segundo año de vida.

Algunos casos de hipoacusia o sordera pueden aparecen en los 2 años de edad, o más, por lo que es importante estar atentos a cualquier comportamiento que generar sospechas de algún problema auditivo.

¿A qué síntomas se debe estar atento?

Es importante evaluar el comportamiento del bebé durante los primeros meses de vida: prestar atención si parpadea, si se despierta ante ruidos a su alrededor, o si dirige la mirada o gira su cabeza hacia alguna fuente de sonido.

Algunos síntomas para tener en cuenta son los siguientes:

  • Si no emite sonidos o balbucea a los 6 meses.
  • Si no reconoce su nombre o se estimula al oír sonidos como el teléfono.
  • Si a los 15 meses no repite o imita palabras simples.
  • Si a los 24 meses no puede decir al menos 10 palabras.
  • Si a los 36 meses no puede decir frases de dos palabras.
  • Si a los 48 meses le es imposible decir frases sencillas.

Una vez detectada, ¿cómo continuar?

Para una rehabilitación temprana, el tratamiento del menor debe ser inmediato, bajo la supervisión de los profesionales correspondientes. Es necesaria la estimulación del desarrollo del habla, la integración del menor a su entorno y la comunicación, para un óptimo desarrollo emocional, social e intelectual.

Ante cualquier duda o signo de alerta, consulte a su médico

Fuentes: Ministerio de Salud de la Nación, Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, National Institute of Deafness and Other Communication Disorder, Instituto de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello de Madrid.