Controles oftalmológicos en los niños

Empiezan las clases y es importante asegurarnos de que nuestros hijos/as están óptimos para recibir todo el aprendizaje!
La buena visión es clave para el desarrollo físico de un niño o niña, su éxito escolar y su bienestar general.
Se recomiendan los siguientes exámenes para niños y niñas en edad preescolar y escolar:
En edad preescolar: Entre los 3 y 3½ años, se recomienda hacer una evaluación de la visión y la alineación ocular del niño

  • Evaluación de agudeza visual: cuando el niño/a tenga la edad suficiente para cooperar con el examen utilizando la cartilla de medición o a través de la detección por fotografía, que no requiere cooperación del/la menor con el examen. Cualquiera de estos dos métodos determinará si el niño/a puede enfocar normalmente de lejos, a media distancia y de cerca. Muchos niños/as suelen ser hipermétropes (visión de cerca disminuida) pero pueden ver con claridad a otras distancias. La mayoría no requerirá anteojos ni otra corrección de visión.
  • Si se sospecha la presencia de problemas de alineación (estrabismo), errores refractivos (miopía, hipermetropía, astigmatismo) u otro problema de enfoque en el examen inicial, el oftalmólogo realizará un examen ocular completo para determinar el tratamiento a seguir. Es importante comenzar con el tratamiento lo más pronto posible, para garantizar la corrección exitosa de la visión y beneficios de por vida.

En edad escolar. Al ingresar a la primaria o si se sospecha algún problema, se sugiere una consulta oftalmológica para evaluar la agudeza visual y la alineación. La miopía es el error refractivo más común en este grupo etáreo y puede corregirse con anteojos. Si se sospecha un problema de alineación o de otro tipo, el oftalmólogo deberá realizar un examen ocular completo.

¿Cuál es la diferencia entre una evaluación de visión y un examen ocular?

A diferencia de una evaluación de visión, un examen ocular completo puede facilitar el diagnóstico de problemas visuales. Implica el uso de gotas oftálmicas para dilatar la pupila, lo que permite una investigación más a fondo de la salud general del ojo y del sistema visual. Se recomienda a los padres concurrir a una consulta oftalmológica a la brevedad si:

  • Tu hijo/a presenta algún problema en una evaluación de visión.
  • Si la evaluación de visión no llega a una conclusión o no puede realizarse.
  • Si es remitido por un/a pediatra o por el equipo médico escolar.
  • Si tu hijo/a tiene alguna queja relacionada con la visión o ha mostrado algún comportamiento visual anormal, o está en riesgo de desarrollar problemas oculares. Los niños con afecciones médicas (por ejemplo, Síndrome de Down, prematurez, artritis juvenil idiopática, neurofibromatosis) o historia familiar de ambliopía, estrabismo, retinoblastoma, cataratas congénitas o glaucoma congénito, estará en mayor riesgo de desarrollar problemas oculares pediátricos.
  • Si tu hijo/a tiene una discapacidad de aprendizaje, algún retardo en su desarrollo, alguna afección neurosicológica o algún problema conductual.
Fuente: Academia Americana de Oftalmología