Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son afecciones que se transmiten de una persona a otra durante una relación sexual, sea vaginal, anal u oral, sin protección. La transmisión ocurre por sangre, semen, líquido preseminal o fluido vaginal. Existen varios tipos de virus, bacterias y parásitos, que entre ellos pueden causar distintas infecciones.
Estas afectan tanto a hombres como mujeres por igual, sin distinción de edad ni orientación sexual.
La mayoría de las ITS se pueden prevenir con el uso de preservativo (masculino o femenino) o campo de látex, si es utilizado correctamente desde el comienzo y durante toda la relación sexual.
Es una infección causada por un parásito, que se propaga al mantener relaciones sexuales con alguien que está infectado: los hombres pueden contraerla sólo de mujeres, mientras que en las mujeres el contagio puede producirse a través del contacto con hombres o mujeres. Si bien la tricomoniasis afecta a ambos sexos por igual, es más común en estas últimas.
En las mujeres, el área del cuerpo infectada con más frecuencia es la parte baja del aparato genital (la vulva, la vagina o la uretra) y en los hombres es la parte interna del pene (uretra).
Esta infección puede aumentar el riesgo de contraer o propagar otras infecciones de transmisión sexual, como VIH, y en las mujeres embarazadas puede generar parto prematuro o bajo peso del bebé al nacer. Por ello, es importante su prevención y detección temprana.
Alrededor de un 70% de las personas infectadas no presenta signos ni síntomas. En la mayoría de los hombres no se manifiestan, mientras que en las mujeres estos pueden empezar cinco días después de contraída la infección, pero puede tardar hasta 28 días para presentarse.
En caso aparezcan, los síntomas más comunes pueden ser:
Mujeres
Hombres
La única manera de saber con certeza si se tiene esta infección es mediante una prueba médica, por lo que es primordial consultar al médico y realizar controles periódicos. Aquel puede solicitar un examen físico y un cultivo de la parte infectada que se examina para la presencia de tricomoniasis.
La tricomoniasis es una de las ITS curable más comunes, y puede tratarse con medicamentos. Las parejas sexuales también deben recibirlos.
Una persona puede propagarla desde el momento que se infecta hasta que recibe tratamiento. Por ello, si se encuentra bajo el mismo, es importante evitar las relaciones sexuales hasta haberlo finalizado y hayan desaparecido los síntomas.
La mayoría de las personas que hayan sido tratadas por esta infección pueden contraerla de nuevo. Realice una consulta médica ante alguna señal de alerta.
No existe un método eficaz para evitar el contagio, pero puede reducir el riesgo de infección si: