BENITO QUINQUELA MARTIN

Pintó y mejoró las condiciones de vida  de su barrio, La Boca.

PALABRAS DEL ARTISTA

He querido que el hombre común se reconozca en mi obra, que sienta que su tarea también tiene grandeza, que aprenda a gozar de la belleza de la luz y del color”.

“Pinto casi todo de memoria, las cosas que aparecen en mis cuadros existen en la realidad, sólo que organizadas de otra manera.”

Nació en 1890 y murió en 1977. Fue abandonado en 1890 con solo tres semanas de vida en la Casa  de Expósitos y luego adoptado por Manuel Chinchela y Justina Molina. Cursó solo los dos primeros grados de la  escuela primaria. Fue repartidor del  carbón que sus padres vendían en La Boca.  Estudió  con el maestro italiano Alfredo Lazzari, realizando  su primera exposición en la Sociedad Ligur de Socorro Mutuo.

En 1917 conoció a Pio Collivadino, Director de la Academia de Bellas Artes. Su admiración permitió que su secretario, Emilio Taladrid, le brindará ayuda económica para la compra de  materiales para su arte y para alquilar  una sala de exposiciones. En 1918 realizó una muestra en la Galería Witcomb de Buenos Aires donde  vendió  diez pinturas.

En 1919 fue invitado a exponer en la sala  del Jockey Club de Buenos Aires.  En  1923 viajó  a  Madrid para realizar una muestra en el Círculo de Bellas Artes donde adquirieron dos  obras para el Museo de Arte Moderno. A su regreso compró la carbonería y casa donde vivió con sus padres. En 1924 presentó una exposición en las salas de las Sociedad Amigos del Arte en Buenos Aires. El Doctor Marcelo Torcuato de Alvear, gran coleccionista,  visitó la muestra y entabló una profunda amistad con el artista. Realizó otras importantes exposiciones internacionales  en 1926 en Paris, en 1928 en Nueva York,  en 1929  la Habana y en 1930 en Roma.

Sus obras

Sus pinturas se caracterizan  por la presencia del empaste generado por la pintura al óleo con espátula, como también por los contrastes y saturación de colores en las que el agua y los cielos comparten el tono.  Une la perspectiva atmosférica a  la disminución de tamaños. Fue un artista singular, catalogado como  impresionista y expresionista.

Presidente Fragata Sarmiento
1904
Buque en reparación
1923
Entrando a la Boca
1965


La orden del Tornillo

Quinquela fundó esta orden y organizó en su casa encuentros con artistas, a los cuales les entregaba del tornillo que decía les faltaba. Aquello se debía a aludía que eran personas un poco locas, pero únicas y creativas, que hacían bien a la humanidad. Durante esta celebración comían fideos de colores, y el artista  vestía un traje de almirante. En la ceremonia hacía girar al homenajeado y con un bastón lo golpeaba en el hombro y le decía: «Bueno, ya estas atornillado, pero no te lo ajusté mucho porque eso no es bueno.”  Les sugería que lo mantuviesen siempre un poco flojo,  para conservar esa locura luminosa que tenían y que los hacía tan especiales.

La generosidad de Quinquela Martin

“Le devolví a mi barrio  buena parte de lo que él me hizo ganar con mi arte. A los dos los siento como fundidos dentro y fuera de mi mismo.”
En 1936 sus donaciones permitieron  la  inauguración de la Escuela Pedro de Mendoza del Consejo Escolar  Numero 4, en el segundo piso de este  edificio se inaugura luego  el Museo de Bellas Artes provisto por  pinturas adquiridas por el artista. También  donó el Jardín de Infantes, el Lactario Municipal,  el Instituto Odontológico Infantil, la Escuela de Artes Graficas y el Teatro de la Ribera,  generando un polo educativo y cultural.

Visita sugerida
MBQM - MUSEO BENITO QUINQUELA MARTIN

Diseñado por el artista, en el tercer piso se encuentra la Casa Museo del artista, donde se exhiben sus obras, sus objetos personales y su vivienda.
Av. Don Pedro de Mendoza 1835, la Boca, Buenos Aires. Abierto de  Martes a viernes de 10 a 18 y los Sábados, domingos y feriados de 11.15 a 18 .Tel: 4 302-5551