La unión entre el realismo crudo de la existencia y los sueños coloridos del artista

Carlos Alonso

PALABRAS DEL ARTISTA

“Un cuadro es mío cuando lo pinto, después, ojalá sea de todos. Ojalá se incorpore al todo. O sea que se incorpore a la cultura, al patrimonio. Que el destino del cuadro no sea tan efímero como un living o algo decorativo, sino que pase a ser sustancia del crecimiento de todos.”

“Yo mismo me he preguntado, por qué esta tendencia a revivir a partir de obras de otros autores; por qué esta necesidad de apoyarse en obras del pasado, ya consagradas y respetadas. Puedo decir que es la necesidad indudable de ese respaldo para poder pegar un salto, sin que la aventura sea un salto al vacío; sentir que uno es parte de una cadena, un eslabón de una cadena, que viene de atrás y que uno aspira que siga para adelante; una forma de tomar aliento, de tomar fuerza, bebiendo en fuentes que uno considera legítimas y aún llenas de savia, de vitalidad y de potencia.”

Mesa de trabajo
1980
Óleo sobre tela
100 x 100 cm


Carlos Alonso nació en Tunuyán, Mendoza el día 4 de febrero de 1929.

Es un pintor, dibujante y grabador argentino, representante de la corriente social del arte en su país.

 A los catorce años ingresó en la Academia Nacional de Bellas Artes de esta ciudad. 

En 1951 ganó el primer premio del Salón de Pintura de San Rafael, Mendoza, el del Salón del Norte (Santiago del Estero) y el de dibujo en el Salón del Norte de Tucumán. En 1957 fue el ganador del concurso convocado por la editorial Emecé para ilustrar la segunda parte de Don Quijote de la Mancha y Martín Fierro en 1959.  Dos años después obtuvo el Premio Chantal del Salón de Acuarelistas y Grabadores de Buenos Aires Durante su visita a Londres en 1961 descubrió el acrílico, técnica que adoptó inmediatamente en su pintura posterior, por su secado rápido, lo que permite estupendos resultados.

En los 1990 se le encargaron las pinturas para los paneles centrales en la cúpula del Teatro General San Martin de la ciudad de Córdoba. Ha ilustrado, entre otras obras literarias la Divina Comedia, El Matadero, Romancero criollo, Lección de Anatomía, Antología de Juan, y Mano a mano.

Tras el golpe de estado de 1976 y la desaparición de su hija Paloma al año siguiente, Alonso se exilió a Italia, y en 1979 se trasladó a Madrid. Dos años después regresó a Argentina. A partir de ese momento realizó numerosas exposiciones: en la Galería Palatina de Buenos Aires, entre los años 1982 y 1996, en el Museo Nacional de Bellas Artes de 1990 a 1995.Ha recibido en dos ocasiones el Premio Konex de Platino (1982 y 1992) como el mejor Dibujante de la década de la Argentina y en 2012 recibió el Premio Konex Mención Especial a la Trayectoria de las Artes Visuales por su trabajo de toda su vida.

Vive en Unquillo, Córdoba.

Sus obras

Se caracterizan por una técnica rigurosa y un contenido realista: Su lenguaje rico y poderoso, es testimonio, de las circunstancias del ser humano logrando una profunda captación psicológica de la conflictividad en la vida de sus colegas en el pasado.

Vincent Van Gogh

La oreja
1972
Acrílico sobre tela
112 x 189 cm

“Yo nunca me he sentido más artista que frente a un cuadro de Van Gogh” Nunca sentí tan clara mi posibilidad de hacer algo como cuando me puse frente a un cuadro suyo, la primera vez era muy joven. Dije: “Yo esto puedo hacerlo”. ¡Yo esto puedo hacerlo! Fue como una liberación. Porque la educación universitaria de Bellas Artes te va creando la sensación de que el arte es inmenso, inconmensurable, que vos sos un piojo, una hormiguita y que nunca vas a llegar. Ponerse frente a las grandes obras, puede producirte un enorme dolor, como Velázquez, porque te das cuenta de que nunca vas a pintar así. Pero también están esos pintores como Van Gogh, que son como una ventana abierta. Y uno dice esto yo lo puedo pintar, ¡esto yo lo puedo hacer! O sea: vale la pena que lo intente.” Carlos Alonso

Auguste Renoir

Viejo pintor
1980
Acrílico sobre tela
150 x 150 cm

"Su imagen de seguir pintando con los pinceles atados a las manos demuestra que uno tiene muchas edades, que podría tener ochenta años en las manos, pero veinticinco en el corazón y en las ganas de pintar". Carlos Alonso

Lino Eneas Spilimbergo

Retrato de  Lino Enea Spilimbergo,
Acrílico sobre madera.
150 x 100 cm.

Spilimbergo fue un maestro, pero no tanto en lo pictórico como en lo personal. Él era fundamentalmente un hombre libre: libre de las convenciones comerciales, de las especulaciones, de la prensa del éxito, de la fortuna. Tenía esa coherencia, esa capacidad de defender el arte contra toda mistificación y su vínculo con el pueblo y el patrimonio; todo aquello que hacía del arte un producto no tan comercial como espiritual.

“Cuando vi a Lino E. Spilimbergo en Unquillo, Córdoba estaba  azotado por la enfermedad, con vendas en las manos y las piernas. Lo vi vendado, sufriente, casi olvidado. Me impresionó mucho. Sentí que alguien tenía que decir eso: que no estaba el gran maestro adorado por sus discípulos, consagrado por la crítica y comprado por los coleccionistas. No. Había una ruina. Algo que va a ser, finalmente, el propio destino de cada uno de nosotros” Carlos Alonso

 

Balcón en La Boca
1986
Acrílico sobre tela
200 x 200 cm

VISITA SUGERIDA

“VIDA DE PINTOR”

“Esta muestra habla de mi empeño, de lo máximo que puedo dar como autor.”  Carlos Alonso

MUSEO COLECCIÓN AMALIA FORTABAT - Olga Cossettini 141- Puerto Madero
Del 3 de Agosto al de Octubre de 2018 de martes a domingos de 12 a 20

Tarifa reducida para jubilados : $50.