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Nro 72 - Julio 2016

OSIM informa

Diverticulosis y diverticulitis

Definiciones

Los divertículos son bolsas o bolsillos que se forman en la pared del colon. El colon es la parte final del tubo digestivo, llamado intestino grueso, encargado de eliminar los desechos del cuerpo en forma de material fecal.
La presencia de divertículos en el colon se llama enfermedad diverticular o diverticulosis. Podrían semejar puntos débiles en una llanta de neumático que se hinchan. Los divertículos pueden inflamarse o infectarse, y esta condición se llama diverticulitis aguda.  
En la figura se ve de cerca una parte del colon donde se han formado divertículos, que son esas pequeñas bolsas o bolsillos que se observan sobre su pared:
                                                Ilustración del sistema digestivo resaltando el colon. A un lado hay una sección en primer plano del colon don divertículos o bolsillos.

Causas de la enfermedad diverticular

Los médicos no están seguros de qué causa la enfermedad diverticular. La principal hipótesis es que la enfermedad es consecuencia de una dieta baja en fibras.
La fibra es una parte de los alimentos que el cuerpo no puede digerir. Se encuentra en muchas frutas y vegetales; llega desde el intestino delgado sin digerirse, y su presencia en el colon genera la absorción de agua desde la luz del colon, lo que a su vez hidrata la material fecal, haciendola más blanda y facilitando su pasaje hasta la evacuación.
Las dietas con poca fibra pueden causar estreñimiento o constipación, que ocurre cuando las heces son duras y difíciles de pasar. A su vez, la constipación hace que los músculos del colon se estriñan (hagan mucho esfuerzo) al evacuar las heces, ya que en estos casos la material fecal es dura y cuesta expulsarla. Así, este esfuerzo de los músculos de la pared del colon generan la aparición de las bolsas o divertículos, y si además queda impactado en estos materia fecal o bacterias, se pueden inflamar o infectar y producir diverticulitis.
La enfermedad diverticular aparece generalmente a partir de los 40 años de edad, y luego se hace cada vez más frecuente. Casi la mitad de la población después de los 60 años tiene divertículos, y más del 80% de los individuos con más de 80 años los tienen. Osea, después de los 60 años, es más frecuente tener divertículos que no tenerlos. El tema es hacer lo possible para que no se inflamen/infecten, y que si esto sucede, se consulte rápidamente para realizar un tratamiento en tiempo y forma.

Síntomas

En la mayoría de los casos, la enfermedad diverticular es asintomática. Osea, la gente tiene divertículos pero no lo sabe, o lo sabe pero no le genera ninguna molestia, dificultad ni complicación.
Sin embargo, en algunos casos los divertículos se pueden complicar. Las dos complicaciones más frecuentes son: el sangrado y la infección. Estos dos cuadros son agudos, empiezan “de repente”, y ameritan una consulta de inmediato a un servicio de emergencias médicas.
Sangrado diverticular: el sangrado de los diverticulos origina una hemorragia digestiva baja, osea, el pasaje de sangre roja por el ano. Este sangrado no causa dolor, pero cuando se origina en divertículos suele ser muy importante, como “una canilla abierta”, y puede ser grave. Por lo tanto, si esto sucede, debe consultarse de inmediato a una guardia para compensar la pérdida de sangre y estar bajo control médico.
Diverticulitis: es, como ya dijimos, la inflamación o infección de los divertículos. Los síntomas pueden variar en intesidad, de leves a insoportables. Generalmente presenta dolor abdominal localizado en la “fosa ilíaca izquierda” (el cuadrante inferior izquierdo del abdomen) y febrícula o fiebre, y a veces, dificultad para evacuar o eliminar gases.
Otras complicaciones: existen otras complicaciones de los divertículos, más graves pero menos frecuentes que las dos anteriores, y que requieren tratamientos más complejos. Son: la formación de “fistulas” (una conexión o pasaje entre tejidos u órganos en el cuerpo que normalmente no se conectan), abscesos (infección con pus roedeando los divertículos), o perforación del colon, generando una infección grave llamada peritonitis (pasaje de material fecal desde el colon hacia la cavidad abdominal).

Diagnóstico de la enfermedad diverticular

En individuos asintomáticos, los divertículos se diagnostican “de casualidad”, durante un estudio de colonoscopía, que a su vez se realiza por otros motivos, como prevención del cancer colorrectal, presencia de síntomas digestivos como dolor abdominal, hinchazón, cambio del ritmo evacuatorio, o signos como sangrado en material fecal. En este contexto, se le comunica al paciente que tiene divertículos en su colon, y que debe estar atento si aparecen síntomas (como sangrado masivo o dolor fuerte en el cuadrante izquierdo inferior) que podrían representar complicación de los mismos. En estos casos, obviamente, se los alerta a que deben consultar inmediatamente a una guardia médica.

En individuos con síntomas de diverticulitis no puede realizarse una colonoscopía, ya que este estudio insufla aire en el colon, y al estar el tejido inflamado e infectado es mayor el riesgo de que este aire perfore la pared colónica y genere peritonitis. Entonces, cuando se sospecha una diverticulitis aguda, a veces se realiza una ecografía o incluso una tomografía de urgencia, donde se observa engrosamiento del colon a nivel sigmoideo (donde asientan generalmente los divertículos), o se ven a veces directamente los divertículos rodeados de material inflamatorio.

Por otro lado, si un individuo presenta una hemorragia digestiva baja y se sospecha de que la causa puede ser diverticular, sí se realiza una colonoscopía para intentar identificar el divertículo sangrante y detener el sangrado.

Tratamiento

El tratamiento de la enfermedad diverticular depende de qué tan grave sea el problema y de si el paciente padece diverticulosis o diverticulitis.

Diverticulosis: presenta divertículos asintomáticos, o que le generan molestias inespecíficas a veces difíciles de relacionar a los divertículos, como molestia o dolor occasional en la fosa ilíaca izquierda o hinxhazón. La mayoría de estos pacientes mejoran sus molestias cambiando la dieta, incorporando fibra a su alimentación. La fibra está presente en varios alimentos, como: frutas (manzana, durazno, pera, mandarinas, ciruelas), vegetales (brócoli, zapallo, zanahoria, coles de bruselas frescos, lechuga, tomate, papa, batata, espinaca, rúcula, frijoles, garbanzos, porotos, chauchas, etc), y granos (choclo, pan integral, arroz integral, hojuelas de salvado y avena, semillas como girasol, etc). Idealmente, se debería consumer 25 grs. de fibra por día. Puede consultar a un/a nutricionista para adecuar su alimentación.

Diverticulitis: generalmente se realiza un tratamiento antibiotico combinado (dos antibióticos llamados metronidazol y ciprofloxacina) durante diez días, más una dieta inicialmente de líquidos, y luego agregar almientos paulatinamente a medida que el cuadro mejora. En la mayoría de los casos el tratamiento es ambulatorio, y con antibióticos vía oral (comprimidos).

Sin embargo, en algunos casos con infección grave, puede requerirse la internación del paciente, con el pasaje de antibióticos por vena durante los primeros días.

La mayoría de los cuadros de diverticulitis (más leves o mas graves) mejoran y se resuelven con el tratamiento antibiotico y la dieta.

Sin embargo, si existen complicaciones graves de diverticulitis, como formación de fistulas, abscesos o peritonitis, los tratamientos son más complejos. A veces los abscesos pueden drenarse de forma percutanea (a través de la piel, sin necesidad de operar), y otras es necesario operar, para limpiar la infección e incluso resecar parte del colon enfermo.

En pacientes con más de dos episodios de diverticulitis muchas veces se sugiere una cirugía planificada para resecar la parte del colon con divertículos, ya que el riesgo de nuevas diverticulitis es cada vez mayor y también lo es la posibilidad de que algún episodio se complique con infecciones graves. 

            Sangrado diverticular: si existe un sangrado importante por ano, se debe acudir de inmediato a una guardia médica. Cuando se sospecha un origen diverticular, como dijimos por la presencia importante de sangre, generalmente se realiza una colonoscopía para encontrar el divertículo sangrante. Si este se encuentra se realiza una hemostasia del sangrado “quemando” (inyectando epinefrina y coagulando con termoterapia) el vaso sanguineo que sangra.

A veces, si no se encuentra el divertículo que sangra, es necesario operar al paciente y resecar esa parte del colon para detener el sangrado, que puede poner en peligro la vida del paciente.

Por último: en el 80% de los casos el sangrado diverticular se detiene solo (sin tratamiento médico); sin embargo, en estos casos la tasa de re-sangrado es casi del 70%. Osea, si espero su evolución natural la mayoría dejarán de sangrar (y no podrán en ese momento en peligro la vida), pero también la mayoría re-sangrará en algún momento.


Algunas cosas para recordar

  • La enfermedad diverticular es más común en personas mayores
  • Una dieta con poca fibra es la causa más probable de la enfermedad
  • Añada alimentos con fibra a su dieta
  • Contacte a su medico inmediatamente si presenta fiebre y dolor abdominal o sangrado por ano

Fuente: Dr. Pablo Antelo